La plaza de Fefiñáns, en Cambados, se cerró ayer al tráfico casi día y medio antes de lo previsto. Además, el Ayuntamiento tomó la medida sin avisar antes a los vecinos. El resultado es que durante la jornada se vivieron en algunos momentos escenas que tensión, que los agentes de la Policía Local tuvieron que ir capeando como podían.

El concejal de Urbanismo y Seguridad Ciudadana, José Ramón Abal, lleva casi un año avisando de que va a peatonalizar la plaza de Fefiñáns, la Rúa Real y la calle Príncipe entre los meses de julio y agosto. Pero en todo momento dijo que la medida entraría en vigor el 1 de julio, que es mañana domingo. Sin embargo, al final se adelantó y ordenó el cierre para ayer al mediodía.

El hecho de que no se comunicase con suficiente antelación la medida ha propiciado que más de un vecino llegase con su coche y se encontrase con los enormes maceteros en zigzag que dificultan el paso a la plaza.

El portavoz del PP de Cambados, Luis Aragunde, se ha hecho del malestar que el cierre ha provocado, al menos entre parte de los residentes y comerciantes del entorno. "La medida fue improvisada y sin avisar, y está mal regulada", afirma. A modo de ejemplo, Aragunde señala que los vecinos de la zona ni siquiera saben si a partir de ahora solo podrán pasar con su coche o si también podrán seguir aparcando en el entorno de la plaza. Otra duda de los residentes es la de si tendrán tarjetas de paso, como las que disfrutan los vecinos de calles como Novedades, Albergue y Arosa. "Los vecinos no esperaban el cierre para hoy. Las cosas no se hacen así, a correr y sin avisar a la gente", sentenció.