O Salnés tiene un nuevo sendero para los aficionados a caminar por la naturaleza. Han ido abriéndolo año tras año los alumnos-trabajadores de la escuela taller de Cambados, y ahora ya está terminado. Une los puentes de Castrelo y de Barrantes por la orilla derecha del río Umia -tomando como referencia la desembocadura-, lo que supone abrir al público el curso bajo de este río, que nace en Forcarei, en el noreste de la provincia de Pontevedra, y que tiene una longitud de unos 70 kilómetros.

Un grupo de unos 80 niños del colegio Enrique Barreiro, de Vilariño, asistieron ayer a una visita guiada a esta ruta de senderismo, en la que ejercieron de cicerones los alumnos de la escuela taller. El camino abierto tiene tramos en tramos y pasarelas elevadas de madera en aquellas zonas de humedal más inundables, y la longitud total es de unos 6,3 kilómetros.

El director de la escuela taller, Enrique Ferreiro, considera que se trata "de un trabajo muy importante a nivel medioambiental y turístico", ya que supone una oferta a mayores para los visitantes. A favor de la misma juega el hecho de que se encuentre relativamente cerca del casco urbano cambadés. "Es un sendero muy interesante para las personas que disfruten con la naturaleza, a las que les guste pasar un rato tranquilos a orillas del río y viendo las aves".

El camino está señalizado, y cuenta además con unos paneles de madera, en los que se explican algunos aspectos de la flora y la fauna del sendero. El Ayuntamiento de Cambados baraja la posibilidad de solicitar a la Federación Galega de Montañismo que homologue la ruta, lo que les permitiría acceder a una promoción de la misma mucho mayor.

La importancia de los niños

La visita de ayer del colegio de Vilariño no era casualidad. Como explica el director de la escuela taller cambadesa, les interesa mucho que los niños visiten esta ruta por dos motivos. Por un lado, porque si les gusta llevarán otro día a sus padres a conocer el entorno. Y por otro, porque así pueden explicarles el impacto negativo que la basura tiene en el medio ambiente, en los animales del río y del mar y, en última instancia, en el ser humano. "Durante estos años, hemos retirado enormes cantidades de basura. Lo que queremos es que los niños sepan que si alguien tira al río una botella de plástico en Forcarei, por poner un ejemplo, esa botella irá por el río y acabará en el mar. Y que al descomponerse pasará a la cadena trófica, al ser humano".