El Subsector de Tráfico de la Guardia Civil de Pontevedra ha realizado durante el pasado mes de mayo un total de 22.272 pruebas de alcohol y droga en la red viaria de la provincia de Pontevedra.
En los controles de alcoholemia se detectaron 375 conductores que dieron resultado positivo, lo que supone un 1,6% del total. Esto se traduce en una media de 12 positivos diarios el pasado mes, por 8 en lo que respecta a las drogas.
La mayor parte de ellos, un total de 333, fueron detectados en controles preventivos, mientras que otros 23 dieron positivo tras haber sufrido un accidente de circulación, otros 18 con ocasión de infracciones a la Ley de Seguridad Vial y uno más que presentaba síntomas.
Por su parte, otros 258 conductores dieron resultado positivo en drogas. De ellos: 226 se detectaron en los controles preventivos, 20 con ocasión de infracciones y 10 con motivo de haber sufrido un accidente de circulación. Sobresalen los casos de cinco conductores que dieron positivo en cuatro drogas distintas.
Por edades, el porcentaje más alto de pruebas positivas de alcoholemias se corresponde con el grupo de conductores comprendido entre los 45 y los 54 años. Por sexo, el 91% de los conductores denunciados en este periodo de tiempo son varones.
En este sentido, cabe reseñar que los datos del pasado año facilitados por el Gobierno sitúan a Pontevedra como la tercera provincia de España con un mayor número de positivos por droga. Le supera Madrid, con un total de 1.833 positivos; Sevilla con 1.824 y a continuación se situarían los 1.332 pontevedreses que fueron cazados al volante tras haber consumido estupefacientes.
Eso sí, también es necesario referir que Pontevedra fue la cuarta provincia del Estado que hizo un mayor número de controles para detectar la presencia de drogas al volante, de ahí que el número de positivos también sea más elevado.
Aunque a nivel global el número de positivos por sustancias estupefacientes al volante descendió el pasado año en la provincia respecto a 2016, sí que aumentó y de forma considerable el porcentaje de conductores que habían consumido estas sustancias, pasando de un 26,4% a un 41,3%, según estos mismos datos.
