Los jubilados de la Casa del Mar de Vilagarcía decidieron salir ayer a la calle para dejar claro al Instituto Social de la Marina (ISM) que "somos personas mayores, no muebles viejos". Los pensionistas se concentraron frente al local social que llevaban utilizando medio siglo en un anexo del edificio principal de la Casa del Mar para protestar contra el cierre de -para muchos- su segunda casa.

Y es que el ISM ha vallado todo el perímetro del inmueble alegando riesgos de desprendimientos, unos problemas de seguridad que los jubilados cuestionan: "El lunes estuvo el director provincial del ISM tanto dentro como fuera del edificio y no llevaba casco", apostilla el presidente del colectivo, José Cao, quien agradece la asistencia de un buen número de socios a la movilización celebrada ayer por la tarde, al igual que asociados del Liceo Casino, también preocupados por la posibilidad de que cierre la centenaria sociedad tras la dimisión de la directiva. Representantes de la actual gestora de Comisiones Obreras de Arousa y de la sección de pensionistas, como Francisco Cuba, también arroparon a los jubilados de la Casa del Mar.

Los mayores del centro social de la Casa del Mar han presentado una denuncia en los juzgados a consecuencia del cierre de las instalaciones.

Con el argumento del problema de seguridad, la administración los ha desalojado y ya podría adjudicar la reforma de la Casa del Mar y comenzar la obra. Mientras, los jubilados siguen sin reubicarse, pues rechazan la oferta de O Ramal.