Los trabajadores de las ambulancias secundaron en su totalidad la primera de las dos jornadas de huelga convocadas para este mes en reivindicación de un nuevo convenio colectivo y aprovecharon para demandar en Vilagarcía de Arousa la dotación de una ambulancia medicalizada o UVI móvil, denominada técnicamente como unidad de soporte vital avanzado, para la comarca de O Salnés.

Durante la jornada de ayer solo funcionaron los servicios mínimos para garantizar el transporte de los pacientes de urgencia, así como los que necesitan diálisis o tratamiento oncológico.

Los técnicos de las ambulancias y sus delegados sindicales de la zona norte de la provincia se concentraron ayer al mediodía en Vilagarcía y se trasladaron con dos pancartas a la rúa Castelao, frente a la sede del Partido Popular, donde reivindicaron la dotación de una unidad de soporte vital avanzado para la comarca y el nuevo convenio colectivo.

El presidente del comité de empresa de la firma de ambulancias de Pontevedra, José Manuel Ribadomar, recordó que la Xunta hace dos años aprobó los nuevos conciertos para el transporte sanitario urgente y no urgente y con un presupuesto económico de hace diez años, y en algunos incluso menos. "Las empresas accedieron a esos concursos rebajando dinero para poder conseguirlo. En su momento denunciamos que esos concursos eran deficitarios y ahora queda demostrado. Las empresas dicen que no es suficiente, con lo cual merman la calidad asistencial, y a los trabajadores nos están intentando quitar derechos y plantean rebajar los salarios entre un 18 y un 20%", declaró.

El representante sindical de los trabajadores de ambulancias puntualizó que se rigen por un convenio que caducó hace casi tres años, que la patronal se niega a negociar porque "dicen que no les da y aún pretenden rebajar salarios y condiciones laborales. Creemos que el Sergas no puede mirar para otro lado porque es una de las partes que causó esta situación; no puede decir ahora que es un tema solo de patronal y trabajadores".

Ambulancia medicalizada

En cuanto a la ambulancia medicalizada, la Xunta se basa en informes del 061, y los técnicos sanitarios replican que los únicos informes que se han dado a conocer son los referidos al número de unidades en todo el país, en tanto que ellos cuentan con un dictamen de SEMES-Galicia (la sociedad de medicina de urgencias y emergencias) que considera necesaria una unidad de soporte vital avanzado en la comarca de O Salnés por el número de usuarios y los casos que se producen anualmente.

"Tanto el personal sanitario, como los alcaldes, asociaciones, piden una ambulancia medicalizada para la comarca. Es muy necesaria, cada vez más. No puede ser que dependamos de una UVI móvil con base en Pontevedra que tiene que atender 300.000 habitantes. Eso es una barbaridad. Así es que cuando ocurre un caso grave en esta comarca esa ambulancia no llega a tiempo y tienen que ser las ambulancias asistenciales con personal de los PACs los que acudan a esos servicios y después llevarlos en dirección a Pontevedra y acercar los pacientes a la medicalizada, siempre y cuando esta unidad esté libre. Por lo tanto, se está poniendo en riesgo a toda la población de O Salnés por esa negativa a poner una ambulancia medicalizada", declara Ribadomar.

El delegado sindical añadió que en el momento en que la sociedad de esta comarca decida salir a la calle para demandar la ambulancia medicalizada, los trabajadores de este sector se pondrán a su lado.

Los trabajadores de ambulancias continúan hoy la segunda jornada de huelga de este mes. Esta mañana se trasladarán a Pontevedra donde protagonizarán otra concentración reivindicativa. Si no consiguen el inicio de negociaciones, volverán a la huelga otros dos días en julio.