El concejal de Cambados Pode, José Ramón Abal, no se da por vencido. BNG y Somos dan por bueno el acuerdo de la alcaldesa, Fátima Abal (PSOE) con el presidente del consejo regulador Rías Baixas, Juan Gil, pero el edil de Pode cree que detrás de ese supuesto acuerdo no hay más que humo. Por ello, ayer volvió a pedir que se convoque un pleno para hablar de los horarios de las casetas de venta de vino de la Festa do Albariño. Y lanza un mensaje a navegantes. "Que la izquierda se decida, y que diga si va a apoyar al marqués (en alusión a Juan Gil, que es marqués de Figueroa) o a una plataforma vecinal, como es Cambados Pode. Que se dejen de ambigüedades, porque este es un asunto del que se está hablando en la calle, y que le preocupa mucho a la gente. Parece que lo que quiere la alcaldesa es que no se debata".

José Ramón Abal compareció ayer ante los medios, y manifestó que ya no aspira a que se convoque un pleno extraordinario sobre los horarios, para añadir que "aún estamos a tiempo de que se convoque el ordinario de abril. Y no nos pueden decir que no hay tiempo para hacerlo, porque hace unas semanas se convocó uno con 24 horas de antelación".

El edil de Pode, y encargado de áreas como la de Enoturismo, justifica su postura en la desconfianza que siente hacia Gil, y pone como ejemplo lo sucedido hace un año con el convenio frustrado para la Ciudad Europea del Vino. Según Abal, envió al presidente de Rías Baixas un correo electrónico invitándole a formar parte de la comisión de seguimiento, y Gil respondió dos meses después con una contrapropuesta en la que exigía unas condiciones leoninas y pedía también al Ayuntamiento que apoyase más al Capítulo Serenísimo do Albariño. En aquel momento el cuatripartito no aceptó, y José Ramón Abal se pregunta si ahora la izquierda va a comulgar con ruedas de molino. "¿Van a dar marcha atrás BNG, Somos y PSOE y ceder a las presiones de Juan Gil para apoyar al Capítulo Serenísimo?".

Fátima Abal anunció a finales de la pasada semana que había llegado a un principio de acuerdo con el presidente de Rías Baixas para que las casetas de venta de vino cierren a la hora que quieran, siempre y cuando no excedan el límite legal que fija la ley, que oscila entre las 3.30 y las 4.00 horas. Pero su compañero en el gobierno, José Ramón Abal, no termina de creer que Rías Baixas renuncie al acuerdo de su pleno de cerrar a las 00.30. "La vía del convenio es un callejón sin salida. Y si al final lo firman a nosotros que no nos llamen para espectáculos mediáticos".