Vilaxoán ya recuperó su aspecto habitual. A lo largo del día de ayer los miles de asistentes a As Revenidas fueron levantando el campamento y empacando sus cosas para despedirse de una edición más del festival más cultural y solidario de las Rías Baixas.

A falta de conocer las cifras oficiales de asistencia y ventas durante los tres días de fiesta, se puede afirmar que Revenidas 2017 fue la edición más exitosa de todas. Con un cartel repleto de bandas regionales e internacionales de la más alta categoría, un sinfín de actividades gastronómicas, solidarias, y culturales, esta edición ha conseguido juntar a miles de festivaleros con cientos de familias.

Una muestra de ello fue la sardinada popular del sábado, que dejó una bonita estampa de convivencia que se saldó "sin ninguna incidencia a pesar de la mezcla de familia y festivaleros" señalaba el director del festival Xoán Quintas. La sardinada que dio origen a esta fiesta de Vilaxoán fue un completo éxito, hasta el punto de agotar por primera vez los 2.000 kilos de sardinas previstos por la organización. Esta jornada de sábado, además de dar muestra de la gran tradición gastronómica del festival, también fue escenario de la solidaridad popular.

La Gala Flores contra el Olvido a favor de los Payasos en Rebeldía y Caracoles se llenó de niños, familias y festivaleros que disfrutaron de dos horas de música, fiesta, magia y compromiso social con artistas de la talla de Peter Punk, el Mago Teto o Ricky Tenis. "Estamos muy satisfechos por la asistencia masiva a todas las actividades que organizamos, desde la gala solidaria hasta los conciertos en barcos cuyas plazas se acabaron en cuestión de minutos" destaca el director del festival. Sin duda la música fue el protagonista del festival. Los conciertos de pago estuvieron llenos hasta la bandera y el recinto cerrado retumbó con los saltos y aplausos de los miles de asistentes.

La masiva asistencia al festival se hizo patente con la inmediata ocupación de las zonas de camping habilitadas de forma gratuita para dicho fin.

En anteriores ediciones, la organización ponía a disposición de los campistas la Playa del Preguntoiro y la zona municipal adyacente al campo de fútbol municipal de Vilaxoán, un territorio que se presentaba suficiente para atender la demanda de los asistentes. Sin embargo, este año se decidió no habilitar la zona de la playa, debido a que las piquetas de las tiendas se quedaban sumergidas en la arena y ocasionaba muchos problemas a los bañistas de la zona.

Este año pusieron a disposición de los campistas unas fincas privadas equipadas con duchas y baños para la comodidad de los usuarios. Sin embargo, esa zona se llenó rápidamente y los campistas que llegaron a primeras horas de la tarde se encontraron sin zona de acampada habilitada.

La organización se puso en seguida manos a la obra para cubrir la demanda y habilitó un total de cuatro fincas privadas, la zona del campo de fútbol y una a mayores ubicada en el Pazo do Ría. A falta de confirmación oficial, las primeras estimaciones hechas por el personas de seguridad apuntan a más de 1.000 tiendas de campañas, una cifra récord para el festival.

Gracias a la rápida actuación de los organizadores ningún asistente se quedó sin zona de acampada, aunque lo acontecido este año les hace replantearse una nueva organización para el año que viene. "Nos estamos planteando poner un precio simbólico a la acampada con el objetivo de conocer de antemano una aproximación de los campistas que se acercarán hasta aquí y así poder habilitar unas zonas que atiendan las necesidades de todos los usuarios" asegura el director del festival Xoán Quintán.