Familias enteras se han volcado en los festejos de la Festa da Auga, en la que reinó el humor y el ambiente de diversión.

Los niños más pequeños tuvieron su particular celebración con hinclables acuáticos en la Praza de Ravella, una zona céntrica pero más apartada de la masificada fiesta oficial.

El club de los Superroquiños, promovido por el Concello de Vilagarcía, se encargó de dirigir los juegos infantiles con la participación de monitores para mayor tranquilidad de las familias. Piscinas y toboganes estuvieron a disposición de los más pequeños. Pero los niños mayores optaron por quedarse en el evento multitudinario junto a sus familiares.

Tan pronto se inició el riego de las masas desde las motobombas del servicio municipal de Emergencias comenzaron a lanzarse balones de plástico al aire que los asistentes iban desplazando para dar juego a todos. Las pistolas de agua fueron otro de los elementos que más se utilizaron durante la celebración, aunque algunos llevaron de casa cubos y capachos.

Los vestuarios para disfrutar de la fiesta también van cambiando cada año. A las camisetas que identifican a los grupos de amigos se le suman originales disfraces relacionados con la temática húmeda. Todo vale para disfrutar como patos en el agua durante la calurosa jornada de la fiesta en honor a San Roque.