La gastronomía siempre es un valor seguro a la hora de organizar un evento aunque las condiciones meteorológicas no sean las más favorables. Lo ocurrido ayer en Pontearnelas y en el paseo de O Cantiño de A Illa es un ejemplo, ya que en los dos puntos la pertinaz lluvia que salpicó O Salnés durante prácticamente toda la jornada no impidió que las carpas gastronómicas se llenasen. Es cierto que si la lluvia no hubiese hecho acto de presencia, probablemente, la afluencia de personas hubiese sido mayor en ambos eventos.

En la localidad que se encuentra a caballo entre los municipios de Cambados, Vilanova y Ribadumia, el pulpo fue la gran estrella. La romería de Santa Marta cuenta con una tradición centenaria en la que se dan la mano la religión con el aspecto gastronómico, como toda romería que se precie. Desde primera hora de la mañana, cuando se iniciaban las misas, la peregrinación de fieles hacia la pequeña capilla, que forma un conjunto histórico con el puente de "Os Padriños", fue muy importante. La mayor parte de los feligreses optaron por degustar el pulpo que se cocinaba en los fogones de las carpas ubicadas en el campo de la fiesta. Si bien esa actividad no se suspendió, si se canceló el concierto de "Noite Fechada" en la noche del pasado viernes por la lluvia. En la verbena de ayer estaba previsto que tocasen las orquestas "Fin de Siglo" y "Huracán". Las fiestas finalizarán mañana.

En lo que respecta al paseo de O Cantiño de A Illa, la XII Festa da Navalla volvió a contar con una importante afluencia de comensales, especialmente, durante las horas centrales de la jornada para degustar las navajas cocinadas a la parrilla.

El club de Piragüismo Illa de Arousa es el encargado de organizar esta edición, para lo que reservó más de una tonelada de producto con el objetivo de comercializarlas durante todo el fin de semana. Las carpas de O Cantiño estuvieron prácticamente llenas para degustar las raciones de navaja a 9 euros, pero también las de mejillones, croquetas, paella y otros productos vinculados al mar de Arousa, del que se nutre A Illa.