Todas las miradas estaban puestas en Pablo Bouzas González, "Casti". Por su oscuro pasado, y porque los investigadores lo han situado en la cima de la supuesta organización de tráfico de drogas a mediana escala desarticulada esta semana entre Vilagarcía, Vilanova y Marín. Finalmente, ha sido uno de los cinco detenidos que ingresaron en prisión. Corrió la misma suerte el vecino de Vilanova, de iniciales R.L., que presuntamente está relacionado con el inmueble en el que aparecieron los tres kilos de cocaína. Los tres detenidos restantes han quedado en libertad, aunque la juez les mantiene la condición de investigados, que es el equivalente a la antigua figura del imputado.
Fuentes consultadas apuntan que en el registro practicado al vilanovés se localizaron, además de la única partida de droga que ha aparecido en esta fase de la operación, varios instrumentos dedicados a la manipulación de la cocaína y su posterior preparación en dosis, como una prensa o una báscula de precisión. Al parecer, es hijo de un hombre que ya fue condenado en su día por narcotráfico, y que de hecho está actualmente en la cárcel.
La Udyco de la Policía Nacional y el EDOA de la Guardia Civil estallaron la operación el miércoles, con registros prácticamente simultáneos en varios puntos de Vilagarcía (Vilaxoán y A Lomba), Vilanova (calle de O Cabo y San Miguel), y en el humilde barrio de San Pedro, en Marín. Ese mismo día se procedió a la detención de cinco personas. El de más relumbrón público de todos ellos era "Casti", puesto que en 2008 mató en un accidente de tráfico al joven vilagarciano Manuel Abalo.
Los efectivos policiales y judiciales que coordinaron la operación dedicaron el jueves a completar las diligencias y a intentar atar los cabos sueltos. Y, finalmente, la juez del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Vilagarcía empezó a tomarles declaración a primera hora de ayer viernes.
Los detenidos llegaron a Vilagarcía a bordo de un autobús de traslado de presos de la Guardia Civil. Eran las 9.20 horas, cuando agentes de la Guardia Civil y de la Policía Nacional, algunos de ellos encapuchados, comenzaban a trasladar a los arrestados desde el vehículo hasta el interior de la Comisaría.
Uno a uno, los detenidos fueron recorriendo el corto trayecto desde la zona donde había aparcado el autobús hasta la entrada de la Comisaría. Todos ellos ocultaban su rostro con ropa, mientras recibían gritos de ánimo y de cariño de sus familiares congregados frente a la fachada del edificio policial.
Poco después, llegaron los abogados encargados de defenderles, entre los que se encontraba la penalista de Vilagarcía Carmen Ventoso. Pero no sería hasta cerca de las 11.00 horas cuando empezó la toma de declaración a los detenidos.
No hablaron
Los arrestados fueron pasando uno a uno al edificio de los juzgados, en lo que sería el comienzo de una extenuante jornada que se prolongó hasta casi las siete de la tarde, a pesar de que ninguno de ellos quiso declarar, acogiéndose a su derecho a permanecer en silencio. Es una práctica habitual en este tipo de operaciones, que suelen estar declaradas secretas en un primer momento, con lo que ni los acusados ni sus abogados tienen un conocimiento profundo de las pruebas existentes contra ellos o los demás detenidos.
Eran cerca de las 19.00 horas cuando la juez encargada del caso comunicó los autos. En la familia de Bouzas González los sentimientos eran encontrados, puesto que mientras uno de sus hermanos y su madre quedaban en libertad y podían volver a casa, el "Casti" o "Castiñeiras", era una de las dos personas trasladadas a A Lama en el furgón de la Guardia Civil.
La causa está declarada secreta, por lo que no han trascendido los argumentos que la juez ha tenido en cuenta para decidir el encarcelamiento de Pablo Bouzas. En el registro que se practicó en la casa de Vilaxoán en la que reside, junto a otros familiares, no apareció droga, pero existirían, supuestamente otros indicios incriminatorios.
La investigación considera que la presunta banda desarticulada enviaba droga desde O Salnés a diferentes puntos de Galicia.
