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Arranca la temporada alta para la hostelería de O Salnés

Los hoteles prevén un verano con más turistas y estancias más largas que el histórico de 2016

Las expectativas son buenas, pero la mayoría de consultados temen que una eventual lluvia a destiempo pueda arruinar la campaña -Hay establecimientos que ya rozan el 90% de reservas para este mes y el de agosto

Un grupo organizado tras el guía, que porta un bastón con un pañuelo para ser visible en todo momento. // Iñaki Abella

El sector hotelero arousano mira con temor hacia el cielo. Si el verano viene seco y soleado, tendrán una campaña todavía mejor que la de 2016, que ya había sido histórica. Pero no las tienen todas consigo debido a la sequía que se arrastra desde el invierno. Están convencidos de que un verano más lluvioso de lo normal arruinaría sin remedio los buenos pronósticos. Por ello, cuando se les pregunta por sus expectativas para la campaña, todos afirman que son buenas, pero enseguida incluyen la coletilla de que todo dependerá del tiempo.

Sea como fuere, las sensaciones iniciales son positivas. Óscar Álvarez, del hotel Bosque Mar, de O Grove, señala que la ocupación media de junio y el primer fin de semana de julio con respecto al mismo periodo de 2016 ya había subido un cuatro por ciento. El porcentaje de incremento en las reservas para lo que queda de julio es algo más moderado (sobre un dos por ciento), pero aún así se muestra satisfecho. "Tenemos todos los fines de semana prácticamente al 100 por 100, y nuestras expectativas son tener el hotel completo todos los días desde la última semana de julio hasta la primera quincena de agosto". "El tiempo, de todos modos, será crucial para que se confirmen o no estos pronósticos", añade.

También se muestran satisfechos en Cambados. En Casa Rosita han estado durante este fin de semana casi llenos, gracias también a la celebración en el restaurante de unas bodas y al Atlantic Fest de A Illa. "En general sí que notamos un repunte en la ocupación. Porque aunque todavía no hay muchas reservas para julio, sí que se ve mucha gente que te entra por la puerta buscando habitación".

Mientras, en Os Pazos afirman que "estamos abarrotados". Este establecimiento trabaja con grupos organizados de agencias mayoristas y sus responsables plantean que "este año está yendo muy bien. Ya se ve en el ambiente que hay por Cambados, con toda la zona de Fefiñáns repleta de gente". Prosigue asegurando que "está aumentando mucho la demanda de grupos portugueses con respecto a los últimos años", y que Galicia sigue teniendo una deuda pendiente con las comunicaciones ferroviarias. "Los turistas echan de menos un AVE. Son muchos los que me comentan que se les hace pesado llegar hasta aquí en autobús, que al final con las paradas son 7 u 8 horas de viaje".

La opción del camping

Si la meteorología influye en la actividad económica de los hoteles, en el caso de los campings esa influencia es todavía mayor. Así lo afirma el dueño del Río Ulla, de Vilagarcía, José Luis Bóveda. "En junio tuvimos un ligero ascenso de reservas con respecto al año pasado, y para julio también están funcionando mejor que en 2016. Pero en un camping como vengan dos o tres días de lluvia enseguida se marcha la gente en desbandada. El cliente del camping se mueve mucho más que el del hotel".

"Pero si el tiempo acompaña, será un buen verano", sostiene Bóveda, que ya tiene comprometidos todos los bungalós y los apartamentos durante los fines de semana de este mes y el de agosto. Aunque también lanza un mensaje en contra de la euforia en la que parece haberse instalado el sector hotelero gallego desde hace dos años. "La crisis en cuanto a número de pernoctas, de viajeros, sí puede estar superada. Pero aún queda algo de crisis porque la gente sigue controlando mucho el gasto".

También avisa del riesgo de quedarse en la nube de la complacencia Óscar Álvarez, del Bosque Mar. "No se va a llegar ni de broma a esos incrementos del 15 por ciento de turistas que se han barajado en algunos lugares". Una sensación que también comparten en el Ría Mar, de Meaño. "A partir del 15 de julio sí que se mueve bastante el turismo, pero para la primera quincena estaremos a un 50 por ciento de reservas. Aún puede aparecer gente de última hora, como siempre ha pasado, pero la verdad es que esperábamos que esta primera quincena fuese un poco mejor".

El consuelo de internet

Una queja habitual de los hoteles arousanos es hacia la información meteorológica que ofrecen las cadenas de televisión estatales. Consideran que por cuestiones de tiempo, solo pueden dar un par de pinceladas de lo que sucede en cada comunidad autónoma, y que eso no siempre refleja la realidad en zonas como las Rías Baixas, que disfrutan de una climatología ligeramente más benigna que la de otras comarcas gallegas. Sobre esto, José Quintillán, del hotel San Vicente, plantea que "las informaciones meteorológicas generalistas sí que nos pueden hacer daño. Pero hoy en día ya menos, porque quienes salen de viaje ya consultan el tiempo directamente en los teléfonos en páginas de internet".

Quintillán señala que "se espera un buen verano", hasta el extremo de que el hotel San Vicente ya tiene un volumen de reservas de entre el 85 y el 87 por ciento. "Estamos completos todos los fines de semana de este mes y de agosto". También nota un aumento de las estancias medias. "Ya hay bastante gente que se queda cuatro o cinco noches, y de ahí para arriba, cuando el año pasado lo normal eran dos o tres noches, y que cuadrasen en fin de semana o con un puente".

Aunque esta tampoco es una opinión unánime en el sector arousano. En la mayoría de los hoteles consultados por FARO, la estancia media se sitúa entre 2 y 4 noches.

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