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La concesionaria de la piscina de Vilagarcía se hace con la gestión de la de Cambados

Los usuarios de la instalación de O Pombal podrán ir a Fontecarmoa cuando cierren la suya para las obras de reforma -El proyecto tampoco se ejecutará durante este verano

Vista de la piscina desde el estadio de atletismo. // Noé Parga

La empresa concesionaria de la piscina municipal de Vilagarcía ha absorbido la firma que gestionaba la de Cambados, con lo que a partir de ahora las dos principales instalaciones de este tipo de O Salnés dependen de una misma firma. Una de las primeras consecuencias directas que tendrá esta absorción es que cuando cierren la piscina de Cambados para acometer las obras de reforma de la misma, sus usuarios podrán utilizar las instalaciones de Vilagarcía.

¿Y cuándo ocurrirá eso? Todavía es una incógnita, aunque no parece que vaya a ser inminente. La presidenta de la Diputación, Carmela Silva, estuvo ayer en Cambados y pasó de puntillas por el asunto pese a las preguntas de los periodistas. Aseguró que los trabajos de redacción del proyecto "van muy avanzados", pero declinó dar plazos al afirmar que cuando un político habla de tiempos, "la atención se fija en los plazos, en vez de en el proyecto".

Ante la insistencia de la prensa, solo apuntó que la obra de la piscina "estará terminada en este mandato", que concluye durante el primer semestre de 2019. Así las cosas, y dado que el proyecto de obra aún no está terminado, todo parece apuntar a que las obras tampoco empezarán a lo largo de este verano. Si no es así, y Diputación y Concello acuerdan llevar a cabo los trabajos durante el otoño e invierno de 2017 y 2018, los principales perjudicados podrían ser los usuarios de la piscina de Vilagarcía.

Masificación

El hecho de que una misma empresa esté ahora al frente de las piscinas de Cambados y Vilagarcía allana el camino para encontrar una solución al cierre por obras de la primera instalación, que tenía hace unos meses unos 400 socios.

Estos podrán seguir nadando si se desplazan a Vilagarcía, al igual que los alumnos de los cursos. La incógnita que se presenta entonces es si habrá sitio suficiente en Vilagarcía para tanta gente. Hay que recordar al respecto que ya en la actualidad algunos días cuesta encontrar sitio en Vilagarcía a determinadas horas. Un problema que se podría ver agravado si los cambadeses acuden en un número importante a Fontecarmoa.

El inconveniente de la masificación podría haberse resuelto realizando las obras durante el verano, puesto que durante esa época la actividad en las piscinas públicas es testimonial. Pero eso ya no sucederá en el de este 2017. También podrían dejarse las obras en suspenso hasta el verano de 2018, pero en ese caso el Concello de Cambados tendría que seguir pagando mes a mes hasta entonces los desorbitados costes de energía eléctrica derivados del mal aislamiento de la infraestructura deportiva.

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