La autopsia será la que determine las causas del fallecimiento de Enrique Tarrío, el hombre de 57 años que el martes murió en unas escaleras de la calle Matosinhos. Los servicios de emergencias no pueden determinar si el varón falleció a consecuencia de la caída o si sufrió una indisposición anterior.

Fue un vecino de la zona quien le vio desde un piso, pero ya estaba tendido en el suelo. El hombre llamó directo al servicio municipal de emergencias, desde donde salió una dotación mientras se le pedía al alertante que llamase también al 061.

Este hombre marcó el número de las emergencias sanitarias, y mientras tanto bajó a la calle para indicarle a los médicos si Enrique Tarrío presentaba señales de vida.

En el punto se reunió un equipo de Emergencias, cuya base se encuentra a escasos 400 metros de distancia de la zona donde se producía el incidente, así como una ambulancia del 061, que antes acudió al centro de salud para recoger un médico y una enfermera, puesto que O Salnés carece de ambulancia medicalizada la mayor parte del año.

En la zona, los técnicos sanitarios y de emergencias ya se dieron cuenta de la gravedad de la situación, y aunque le practicaron la reanimación cardiopulmonar al hombre durante espacio de unos 20 minutos, finalmente no se pudo hacer nada por salvarle la vida.

Emergencias montó en la zona una carpa que se utiliza para este tipo de situaciones, pues les permite trabajar con más comodidad y ofrecer una mayor privacidad a la familia de la víctima.

El incidente se produjo en una de las escaleras que salvan el desnivel en la calle Matosinhos, en cuyas inmediaciones se encuentran la guardería municipal y el colegio de A Lomba, así como un centro de formación en nuevas tecnologías y un pequeño aparcamiento. La falta de testigos directos del suceso motiva la necesidad de la autopsia, para determinar si murió del golpe al caerse o a consecuencia de un accidente cardiovascular.