La plaga del picudo rojo no tiene fronteras, y también ha afectado a algunas palmeras de Cambados. El Ayuntamiento ya gastó hace un año 5.000 euros en tratamientos, y ahora se dispone a actuar también con los árboles situados en la plaza de Alfredo Brañas, que entonces quedaron sin tratar debido a su altura.

El primer teniente de alcalde, Víctor Caamaño, apunta que por el momento la situación parece estar estabilizada, aunque no se puede bajar la guardia dado que sí hay algunos ejemplares afectados en propiedades privadas, lo que puede ser un factor de propagación de la plaga. Así las cosas, una de las medidas que se van a tomar es la de proteger las palmeras de la plaza de Alfredo Brañas, para evitar sustos más adelante.

Cambados estudia asimismo un presupuesto que le ha entregado una empresa, que ha propuesto un tratamiento químico mediante un líquido diluido en medio centenar de palmeras. Se harían varias aplicaciones durante seis meses, y el objetivo sería matar las larvas del escarabajo. El coste de la actuación ronda los 15.000 euros.

El picudo rojo es un escarabajo de color óxido que se hizo tristemente célebre en el sur de España en los años 90, cuando arrasó palmerales enteros en poblaciones de Andalucía o Valencia.

Procede del sudeste asiático, y se cree que entró en la península Ibérica por la importación de palmeras de Egipto a Granada. Fue en 2013 cuando se detectó por primera vez en Galicia, afectando un ejemplar de Gondomar, en el sur de la provincia de Pontevedra.

Desde entonces inició una imparable expansión hacia el norte que la Consellería do Medio Rural está intentando contener. Pero la lucha no es sencilla. De hecho, actualmente el picudo ya se manifestado en una veintena de municipios. Varios de ellos son de O Salnés, pues fue necesario aplicar tratamientos en O Grove, Vilagarcía o Cambados.

Desde hace un tiempo, la Xunta ya no lleva un censo de árboles afectados, debido al elevado número de los mismos, y al hecho de que muchos propietarios particulares no lo comunican debido al elevado coste de los tratamientos.

Cuando el árbol es irrecuperable se recomienda talarlo, triturar los restos y enterrarlos a una profundidad de un par de metros. Pero esa actuación puede tener un coste de entre 1.000 y 2.000 euros, de ahí que no siempre se haga.

Según datos de Medio Rural, el picudo rojo ha matado en apenas cuatro años más de 200 palmeras en Galicia, el 95 por ciento de las cuales era privadas.