La pesca sostenible, el marisqueo y la acuicultura que se practican en Arousa son acciones que garantizan al consumidor productos de máxima calidad y que, en consecuencia, se convierten en pilares esenciales para la atracción de turistas en épocas vacacionales como la actual. Pero es que, además, seguir de cerca las evoluciones de pescadores, mariscadores y mejilloneros puede convertirse en un auténtico espectáculo del que disfrutan muchos de los visitantes.

A modo de ejemplo puede citarse a los mariscadores de a pie de Cambados que acompañó FARO DE VIGO para mostrar cómo capturan navaja con ayuda de un método tan tradicional como sencillo, el espejo o mirafondos.

Es una especie de caja de madera cuya base es un cristal y que al colocarse en el agua permite observar con nitidez el lecho marino, hasta una profundidad aproximada de tres metros.

Se emplea tanto para favorecer la obtención de las navajas y el longueirón como para capturar otras muchas especies, desde la solla al erizo e incluso el centollo y el chopo.

Pero volviendo a la navaja y el longueirón, hay que destacar que puede capturarse de muchas formas, también mediante técnicas de buceo, tanto en apnea como con suministro de aire desde superficie.

En Cambados, por ejemplo, hay siete embarcaciones y nueve buzos con permiso para dicho método, mientras que en la cofradía de Vilanova, donde también pueden extraer longueirón, son cinco las naves con este permiso.

Estas dos especies también se capturan en O Grove, donde son catorce los barcos autorizados, con 28 tripulantes, elevándose la cifra hasta las 18 embarcaciones y los cuarenta buzos en la cofradías de pescadores de A Illa.

Unos y otros, junto a los trueleiros, trasmalleiros, rañeiros y tantos otros colectivos garantizan el espectáculo diario en la ría.