Aunque Instituciones Penitenciarias no quiere decir nada sobre la situación en la cárcel de Laureano Oubiña, fuentes consultadas señalan que la junta de tratamiento ha decido castigarle finalmente con la privación de disfrutar de permisos durante un periodo de 60 días por su supuesto enfrentamiento con un funcionario.

Esta discusión se habría producido a principios de febrero pasado, cuando Oubiña regresaba de un permiso para la realización de unas pruebas médicas, y al llegar un jefe de servicio le recriminó que se había recortado la barba. Según la versión de la cárcel, Oubiña le contestó de forma altiva y descortés. El narcotraficante aduce lo contrario, y sostiene que fue el funcionario el que le faltó al respeto.

El Juzgado de Vigilancia Penitenciaria le concedió hace ya una semana el tercer grado a Laureano Oubiña, pero el cambadés todavía no ha podido salir a la calle. Cuando lo haga trabajará como voluntario en la asociación San Francisco de Asís, situada en Madrid.