Laureano Oubiña sigue en prisión pese a tener reconocido el tercer grado penitenciario y una oferta formal de trabajo como voluntario en la asociación San Francisco de Asis, de Puerta de Hierro (Madrid). Al menos eso se deduce de las palabras del director de esta institución benéfica, una ONG liderada por el sacerdote Jorge de Dompablo, quien asegura que "todavía no tuve ocasión de hablar con él ni tengo ninguna instrucción del juez ni de Instituciones Penitenciarias".

Dompablo conoció a Oubiña en la prisión de Navalcarnero en la que está ingresado desde febrero de 2014 para cumplir su última condena de cuatro años, siete meses y quince días de prisión por la comisión de un delito de blanqueo de capitales.

La ONG que preside visita habitualmente este centro penitenciario y suele mantener contactos con determinados reclusos, entre ellos el propio Laureano Oubiña a quien se le ofreció la posibilidad de servir como voluntario y realizar distintas actividades de colaboración con extoxicómanos y personas marginales.

"Es el colectivo con el que trabajamos para procurar reinsertarlos en la sociedad", explica con parquedad el sacerdote y responsable de la asociación.

Con todo Dompablo desconoce que función se le va a asignar cuando se incorpore. "No tuve oportunidad de hablar con él al respecto y por tanto no me puedo pronunciar aún", sostiene con cierta reticencia. Eso sí, reconoce que es una persona adecuada para participar en la asociación pues así "tendrá ocasión de comprobar en persona la situación que sufren las víctimas de la droga".

"Pero hasta que no salga de la cárcel no podremos hablar con él ni determinar qué cometidos se le van a encomendar o el tiempo que dedicará", reconoce en una escueta conversación telefónica.

Los letrados que asisten a Laureano Oubiña tampoco han tenido novedades sobre la situación en la que se encuentra tras habérsele denegado el "habeas corpus", es decir la comparecencia urgente a la que tiene derecho un detenido que entiende que se le ha privado de un derecho fundamental.

Cabe señalar que el pasado viernes el Juzgado de Vigilancia Penitenciaria (en funciones) dictó un auto por el que se incoó el correspondiente "expediente de libertad condicional por razón de edad" respecto de Laureano Oubiña.

En el mismo se añade que se trata de un auto ejecutivo "ya que tiene una pena inferior a cinco años de prisión", recalca el magistrado José Luis Castro Antonio.

Pero la firmeza de la resolución llega después de un incidente por el que se abrió un expediente que en la prisión quieren resolver antes de que salga en libertad condicional.

Los hechos se remontan al pasado 2 de febrero cuando Laureano Oubiña Piñeiro retornó al centro penitenciario después de una cita médica para la práctica de una endoscopia debido a los tumores que sufre.

Según el instructor del expediente Oubiña se encaró con el Jefe de Servicios cuando le reprochó que se había recortado la barba durante el permiso y éste habría respondido de una forma altanera. Los hechos podrían suponer una falta grave que le obligarían a permanecer unos días incomunicado en la celda de castigo.

Obviamente la resolución de este expediente implicaría un retraso en su derecho a gozar de libertad inmediata tras haber cumplido hace un año las dos terceras partes de la condena y estar a punto de cumplir las tres cuartas partes.

Además, el auto tiene muy en consideración la propuesta de la asociación San Francisco de Asís "con el objeto de ayudar en la acogida de inmigrantes y extoxicómanos".

Entiende el magistrado que este "aspecto" es muy importante "en relación a la actividad delictiva del interno, puesto que aunque en el momento actual se esté ejecutando una condena por blanqueo de capitales, la actividad a la que se ha comprometido con la ONG le permitirá conocer, valorar y asumir las consecuencias de la actividad delictiva".

Entiende además que resultará fundamental "como proceso de reinserción que el penado trabaje en la atención de personas en situación de marginalidad, y de forma más concreta, con aquellas personas que en su momento entraron en el mundo del consumo de tóxicos".

Añade que fue el interno quien "voluntariamente" ha propuesto al Juzgado "la realización de la actividad en la asociación San Francisco de Asís, extremo que como se ha dicho ha sido coprobado por el equipo técnico de este Juzgado".

En el auto, el juez Castro manifiesta que "en atención a la positiva evolución del interno, la antigüedad de los hechos delictivos, así como la conducta global del mismo, procede acceder en conformidad con el Ministerio Fiscal al tercer grado". Insiste en que Oubiña cumplirá en mayo los 71 años de edad.