La expedición de medio centenar de cosacos del Volga finalizó ganó hoy su particular Compostelana, al completar el Camino de Santiago y asistir a la misa del Peregrino en la catedral, donde pudieron ver el vuelo del Botafumeiro. La ceremonia tuvo lugar en un día muy especial para ellos, ya que hoy se conmemora en Rusia el Día de los Defensores de la Patria.

Tras la ceremonia, una parte del grupo viaja de regreso a Madrid, mientras el resto de la delegación regresa a la comarca de O Salnés, donde tienen previsto pasar unos días visitando los recursos turísticos de la zona, además de participar en un importante número de actividades programadas. Este grupo, regresará el sábado a Santiago de Compostela para asistir a una ceremonia de carácter privado antes de partir hacia Madrid esa misma tarde.

Además de la ceremonia religiosa, la expedición pudo conocer algunos de los monumentos más importantes de la capital gallega, como la plaza del Obradoiro o el casco histórico de Santiago de Compostela, donde muchos vecinos se quedaron impresionados con sus uniformes de gala.

Vestidos de gala y acompañados de representantes de la Mancomunidade de Municipios de la Comarca de O Salnés, culminaron su particular viaje emocional, que arrancó en Madrid el pasado lunes y que culminó hoy con la ceremonia religiosa a la que asistieron, pese a ser ortodoxos y viajar acompañados de dos religiosos rusos. Durante esa peregrinación pasaron por la Variante Espiritual de O Salnés, haciendo parada en Armenteira para caminar hasta el muelle de Vilanova, donde se alojaron en el albergue de peregrinos.

Tras ser recibidos por el alcalde y presidente de la Mancomunidade, Gonzalo Durán, se embarcaron en un catamarán que les llevó por el camino inicial hasta Pontecesures, desde donde acometieron la última fase del viaje.

Los cosacos incluían en la expedición un icono ortodoxo que se encontró en Rusia un 21 de octubre de 1917, y que en los últimos años, han llevado con ellos en peregrinación por todo el país, por lo que no podía faltar en un viaje con un alto contenido religioso y emocional como el que han realizado y que les ha llevado a pasar por la comarca de O Salnés. El icono estuvo presente en la misa del peregrino que se celebró esta mañana.

La llegada del grupo de cosacos ha sido posible gracias a la estrecha colaboración que, desde hace años, mantienen la Mancomunidade y la entidad Luks Marbella, un colectivo que reúne a la comunidad rusa asentada en entorno del Levante y el sur de la Península Ibérica.