La corporación municipal de Vilagarcía de Arousa acordó anoche, por unanimidad, gestionar ante la Administración autonómica la adopción de medidas de seguridad para la vieja carretera de Bamio, la PO-192, conocida como rúa Salgueiral, donde se producen numerosos accidentes de tráfico.

En la sesión plenaria, la portavoz del grupo de gobierno socialista, Tania García, comunicó a los concejales que el alcalde, Alberto Varela, solicitó una reunión con el jefe territorial de la Consellería para abordar este problema, ante el silencio de la Xunta de Galicia a los reiterados escritos reclamando medidas de seguridad vial para esta carretera.

El acuerdo plenario se adoptó a instancias de una moción formulada por el BNG y defendida por el concejal Xavier Ríos, quien recordó que esta vía es objeto de numerosos accidentes y es utilizada por muchos escolares que tienen que cruzarla diariamente para ir a la parada del autobús.

Gaspar González Somoza, de Somos Maioría, reconoció que él también había recibido varias quejas de residentes en el entorno de esta carretera y apuntó que debe ser la Xunta de Galicia, titular del vial, la que se encargue de adoptar las medidas de seguridad. Apuntó que desde la Administración autonómica se ha recomendado que el Concello debe hacerse cargo de la gestión de esta vía, pero él considera que antes de aceptar el traspaso de competencias se tiene que exigir a la Xunta la construcción de aceras a ambos lados de la carretera y la señalización de la misma de forma correcta.

Estos argumentos fueron compartidos por el resto de los grupos, en tanto que el concejal del PP, Ángel Benito Pérez Dorgambide, argumentó que cuando era concejal de Tráfico y Seguridad Ciudadana tenía el tema preparado para resolverlo tras pedir permiso a la Xunta para colocar bandas rugosas y un semáforo. Pero el problema es que acabó el mandato sin poder completar esta iniciativa.

Con esta nueva moción aprobada por unanimidad y la reunión del alcalde con el jefe territorial de la Xunta, la corporación pretende dar un impulso a la mejora de la seguridad de la calle Salgueiral.

Los vecinos de la travesía de San José son también beneficiarios de otra moción del BNG aprobada anoche por unanimidad. Los concejales acordaron la búsqueda de soluciones para mejorar el saneamiento en este vial y evitar las inundaciones cada vez que llueve un poco fuerte.

El gobierno municipal reconoció que se trata de un tema muy complejo porque la solución barajada pasaba por hacer obras pasando por una propiedad privada. Ahora, según explicó Tania García, se está estudiando una opción intermedia que daría buenos resultados. Mientras esta actuación, de la que no dio más detalles, no se lleva a cabo, el departamento de Obras acomete la limpieza periódica, cada dos meses, de las tuberías del saneamiento en esta travesía.

Otra de las mociones aprobadas anoche fue la suscrita por el PP para la señalización e identificación de las paradas de autobuses y de taxis. El acuerdo no fue unánime porque votó en contra el concejal de EU, Miguel Alves, quien planteó la necesidad de priorizar las inversiones, al entender que existen otras actuaciones más urgentes que afectan a los vecinos.

Lo que no se trató en la última sesión plenaria del año fue la renuncia del concejal del PP Tomás Fole como representante del Concello en el consejo de administración de la Autoridad Portuaria y su sustitución por otro miembro de su grupo, como pretendía.

Fole preguntó al alcalde por qué no se incluyó en la agenda de la sesión este asunto y Alberto Varela le respondió que es el alcalde quien decide los asuntos a tratar en cada pleno. El regidor añadió que antes de incluir este asunto en la orden del día de un pleno es su intención reflexionar y consultar con el resto de los grupos políticos si la actuación de Fole en el Puerto es de defensa de los intereses del Concello de Vilagarcía y de sus ciudadanos.

Por otra parte, la mayoría de la corporación rechazó la moción del Partido Popular para que se proceda a la convocatoria urgente de los órganos consultivos pendientes de formación, entre ellos el Consello Económico e Social-CES.

El único apoyo que tuvo la iniciativa partió del concejal de Somos Maioría, en tanto que los concejales del PSOE, BNG y EU recordaron al grupo popular que el anterior gobierno presidido por el PP cambió por su cuenta, sin consensuar con nadie, la composición del CES, restando representatividad a sindicatos y entidades sociales, para dar entrada a empresarios y banca y, aún así, nunca convocó a este organismo.

Por parte del gobierno local socialista hubo un compromiso para agilizar la formación de la mayor parte de los órganos consultivos, en tanto que consultará con el resto de los grupos políticos la revisión de los integrantes del Consello Económico e Social. Los cambios en este organismo deberán aprobarse en una sesión plenaria.