La vía rápida que une Cambados con Vilagarcía registró ayer por la tarde cuatro accidentes de tráfico. Entre el primero y el último hubo una diferencia de menos de dos horas, y se produjeron en un tramo de apenas kilómetro y medio.
Pese a que al menos dos de los siniestros fueron muy aparatosos no hubo que lamentar heridos graves. Pero sí que se produjeron retenciones considerables durante toda la tarde en la vía, hasta el extremo de que hubo un momento en que se cortó a la circulación el viaducto existente sobre la rotonda de Tremoedo, en la salida de Vilanova.
Desde los servicios de emergencias que actuaron en los sucesivos operativos indicaron que, al menos en un principio, no se detectaron problemas en la vía que pudiesen explicar esta inusual sucesión de accidentes, como una eventual mancha de aceite.
Así las cosas, todo parece indicar a que estos se habrían producido por una combinación de factores, como las malas condiciones de adherencia de la calzada debido a la lluvia, la escasa visibilidad al caer la noche, y la velocidad inadecuada de algunos de los conductores implicados, o el hecho de que no tuviesen en cuenta de que con lluvia es necesario conducir de una forma más conservadora que con tiempo seco.
Contra el "quitamiedos"
El rosario de siniestros en esta vía que comunica Cambados y Vilagarcía comenzó poco antes de las 17.00 horas. El conductor de un Mercedes que circulaba en sentido Cambados perdió el control del vehículo y se fue contra el guardarraíl. Tras impactar contra éste, el coche salió despedido hacia el centro de su carril.
El conductor no sufrió heridas de consideración, a pesar de lo cual fue trasladado a un centro sanitario para que le realizasen una exploración médica pormenorizada. Pero el hecho de que su automóvil quedase en medio de la calzada, obstaculizando el paso normal de los demás vehículos, obligó a desplazar a la zona a la Guardia Civil y a Protección Civil de Vilagarcía, ya que el accidente se produjo en este último término municipal. Las retenciones fueron considerables.
No había pasado una hora cuando se produjo el segundo accidente. El equipo de emergencias de Vilagarcía estaba esperando por la grúa que debía retirar el Mercedes para empezar a limpiar la vía y dar por cerrado el operativo cuando escucharon un fuerte estruendo y vieron literalmente un coche volar a unos 100 metros de distancia de donde se encontraban ellos.
En el segundo siniestro se vieron implicados un Opel Corsa y una furgoneta Ford Transit, que iban en sentido Vilagarcía. El turismo chocó por detrás contra la furgoneta, y a consecuencia del impacto volcó lateralmente.
Cuando llegaron al punto, los servicios de emergencias vieron que dentro de la furgoneta iban dos personas. El conductor aparentemente estaba ileso, aunque no así una mujer de unos 40 años que iba en el asiento del acompañante, y que presentaba una brecha en la cabeza. No obstante, parecía en peor situación el conductor del Corsa, un vecino de A Illa de unos 35 años, que ni siquiera respondía a las preguntas de los efectivos de emergencias. No obstante, fue recuperando la consciencia poco a poco, hasta el extremo de que las personas que intentaban ayudarle vieron que estaba consciente y orientado, aunque sangraba abundantemente por la cabeza.
Fueron los miembros del Servicio Municipal de Emerxencias de Vilagarcía quienes empezaron con las tareas de excarcelación, puesto que al volcar lateralmente el vehículo no podía salir por sus propios medios. La tarea la terminarían minutos después los bomberos del parque de Vilagarcía, que entraron al coche por el portón trasero, y consiguieron evacuar al conductor tras cortar los asientos posteriores.
Tenía aparentemente un tobillo roto y diversas contusiones en la cara. Tanto él como la acompañante de la furgoneta fueron trasladados en ambulancia.
Choque frontal
Pero aún se producirían dos accidentes más. El primero fue una colisión por alcance leve, hasta el extremo de que ni siquiera exigió la participación de los medios de emergencias. Aún así, afectaron a la circulación, puesto que los conductores implicados se pusieron a cubrir los partes amistosos en el arcén de la vía, lo que obligaba a los demás usuarios a circular por esa zona con mucha precaución.
Y eran las 19.30 horas cuando se produjo el cuarto accidente. También éste aparentaba ser grave, pues consistió en un choque frontal entre dos turismos. Sucedió en el viaducto situado sobre la rotonda de Tremoedo, a unos 1.500 metros de distancia de donde se había producido el primero.
Pero tampoco en esta ocasión se produjeron heridos graves, aunque se desplazó al médico de centro de salud de Vilagarcía y a los bomberos de Ribadumia por si era necesario excarcelar. En un primer momento, los conductores implicados solo referían dolor cervical. También se accidentó un tercer coche, que no pudo evitar el impacto contra uno de los anteriores. En éste viajaba un hombre con un niño de unos dos años, pero ninguno de los dos sufrió lesiones. Se cortó el viaducto a la circulación, y los vehículos eran desviados por los enlaces.
