En el "Paquito Número 2" no hay ni rastro de los cadáveres de Santiago Blanco Treus y Juan Antonio Hermo Torrado, los dos marineros desaparecidos en el naufragio del barco bateeiro de Cabo de Cruz, ocurrido a mediados de diciembre de 2014 frente al cabo Corrubedo, en Ribeira. Así lo confirman dos empresas especializadas en trabajos submarinos y de salvamento, Dragados Osmar, de Cambados, y Northcomdiving, de Vigo, que el viernes por la tarde realizaron una inmersión al pecio a petición de las familias de los desaparecidos.

Media docena de buceadores profesionales bajaron al barco en varios turnos a lo largo de unas cuatro horas, y accedieron a todas las dependencias del buque en busca del más mínimo rastro de los cuerpos de los náufragos. Pero no encontraron nada. Manuel Cernadas, responsable de Dragados Osmar, afirma que "filmamos todo el barco, por fuera y por dentro. Entramos en el cien por cien de la embarcación... Desde nuestro punto de vista se puede afirmar con absoluta seguridad que los cadáveres no están en el 'Paquito Número 2'".

La operación fue solicitada por las familias de Santiago Blanco Treus, que tenía 47 años en el momento del accidente, y de Juan Antonio Hermo Torrado, que tenía 38. Como explica Cernadas, "acudieron a nosotros para corroborar las versiones oficiales y de la casa armadora de que los cuerpos no siguen en el barco".

Así, las dos firmas se desplazaron a la zona donde se produjo el hundimiento, y realizaron una inmersión por turnos que en total duró unas cuatro horas. El responsable de Dragados Osmar asegura que entraron a todos los compartimentos del bateeiro para tomar imágenes, y mostrárselas a los familiares. "Incluso accedimos a lugares a los que era muy complicado acceder porque había aparejos o hasta una máquina obstaculizando el paso, y tuvimos que realizar varias maniobras". Entre los lugares a los que accedieron se encuentran el "pañol", el puente o la sala de máquinas. Pero en ningún lado había rastro de los desaparecidos.

En Cabo de Cruz, que pertenece a Boiro, se creó en su día una plataforma vecinal de apoyo a los parientes de Blanco y Hermo para solicitar a la casa armadora que reflotase el buque.