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El Puerto de Vilagarcía recupera las descargas de túnidos para la conserva

La rada fue líder en este tipo de actividades durante años, hasta que los precios más competitivos de A Pobra y Ribeira trasladaron todo el tráfico al otro lado de la ría

GALERÍA | Los atunes vuelven al Puerto de Vilagarcía para la conserva. // Iñaki Abella

La llegada de dos barcos de túnidos al Puerto de Vilagarcía de Arousa, el Antilla y el Sierra King, ha servido para recuperar un tráfico en la rada que había desaparecido hace años de la rada, sobre todo por los precios más competitivos que ofrecen los muelles de A Pobra y Ribeira, los cuales se encuentran situados mucho más cerca de varias de las grandes conserveras, como Jealsa o Frinsa.

Recuperar este tráfico no ha sido sencillo y ha necesitado de un esfuerzo importante, tanto de los consignataria P&J Carrasco, como de la Autoridad Portuaria, que ha bonificado este tipo de tráficos para que regrese al muelle vilagarciano.

Conscientes de que competir con los muelles de A Pobra y Ribeira resulta extremadamente complicado, desde la consignataria reconocían ayer que la intención es "complementar esta actividad en la ría de Arousa, ya que los tiempos de espera en esos dos muelles son importantes, y muchas veces, los barcos se ven obligados a esperar varios días antes de poder iniciar las descargas". Desde la consignataria consideran que sería "muy interesante" apostar de nuevo por este tipo de tráficos y poder crecer en el futuro para convertirse en una alternativa para las conserveras a las que va destinado el producto que cargan los mercantes.

Esos barcos son los que se quieren atraer a Vilagarcía y comenzar a crecer de nuevo en un sector que fue muy importante para la rada pero que hacía mucho tiempo, salvo algunas descargas muy puntuales, que carecía de actividad. No es el único sector que se ha resentido en el Puerto de Vilagarcía, que en los últimos años ha visto como se reducía, de forma muy notable, el nivel de descargas, en especial de congelados, sin encontrar la fórmula para crecer, como sí está ocurriendo en radas como la de Marín, que han experimentado una importante transformación desde hace una década y que les han permitido superar a la dársena vilagarciana en actividad.

Este descenso en la actividad se ha notado en la estiba, cuyos trabajadores han visto muy limitado su trabajo. De hecho, el número de estibadores se ha reducido drásticamente en los últimos años ante la escasez de trabajo y la media de edad se ha incrementado notablemente, algo que no ocurre en A Pobra.

El primero de los barcos en llegar a la rada vilagarciana fue el Antilla el pasado 15 de marzo, cuyas tareas de descarga finalizaron la semana pasada, aunque permanece en el Puerto por cuestiones burocráticas, mientras que la actividad en el Sierra King comenzó el pasado martes. Con 2.400 toneladas de túnidos del Atlántico a bordo, las tareas de descarga se van a extender hasta el viernes de la próxima semana, a un ritmo de cerca de 200 toneladas al día. El destino de los túnidos son varias conserveras de la zona.

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