La lluvia que cayó sobre Armenteira a primera hora de la mañana de ayer motivó que hubiese menos gente que otras veces en las primeras misas de la romería de la Virgen de las Cabezas. Por ello, los vecinos que colaboran con la parroquia en la celebración de los oficios litúrgicos plantearon una innovación que sorprendió a todos los asistentes: meter dentro del templo a la banda de música de Vilanova.

Y así se hizo finalmente. Los integrantes de la Banda Cultural de Vilanova no se quedaron a las puertas de la iglesia para recibir a los santos, como ocurre generalmente, sino que entraron. "Intentamos innovar algo todos los años, y como éste en ese momento había poca gente se planteó esa idea", explica uno de los vecinos que colaboran con la parroquia.

Pero no solo entraron en la iglesia los músicos de la banda, sino que también harían lo propio más tarde los Danzantes de Covas, un grupo cuya presencia en la procesión de la Virgen de las Cabezas es también una tradición muy arraigada. Los bailarines realizaron algunos de sus números más conocidos en el espacio diáfano del templo para deleite de los devotos.

Los fieles consideran a la Virgen de las Cabezas como abogada para los males relacionados con la cabeza, como las migrañas, la ansiedad o la depresión. Son muchas las personas que adquieren exvotos con esta forma del cuerpo, y que los sitúan a los pies de la imagen de la Virgen -que data del siglo XVI- o que escuchan la misa con ellos sobre la cabeza. La Eucaristía solemne fue presidida por un cura de A Estrada, ya que el titular de la parroquia meisina acostumbra a ceder el testigo para esta misa y así poder él participar de la celebración religiosa como un devoto más.

Festa da Xuventude

La lluvia dio una tregua a Armenteira ayer, porque a eso de las 11 de la mañana se retiró, dejando paso a un día nublado y de temperaturas frescas, pero seco al fin y a cabo. No obstante, el temporal de los últimos días afectó enormemente a la fiesta. Para empezar, el domingo por la noche la comisión organizadora decisió suspender los conciertos de rock de la Festa da Xuventude cuando ya tenían montados la carpa y el palco. "Lo decidimos por seguridad, porque hacía tanto viento que hasta tuvimos que quitar la lona de la carpa", afirma uno de los miembros de la organización. Y aún sin lluvia, el resto del día los prados donde comieron muchos quedaron encharcados.