Los mariscadores de a pie y los bateeiros que en esta época del año se dedican a la recolección de mejilla en las rocas del litoral, al igual que los percebeiros y otros colectivos que viven del mar, disfrutan estos días de las populares "mareas vivas".

Las "secas", que es como se conoce la bajamar, sobre todo cuando es tan acusada como ahora, permiten extraer marisco, limpiar sus bancos productivos, acceder a zonas rocosas del litoral donde la semilla de mejillón es en otros momentos inalcanzable y, en definitiva, ofrecen enormes ventajas a las gentes del mar.

Aunque también brindan facilidades a los furtivos, que aprovechan el pronunciado descenso del nivel del mar para tratar de sacar tajada amparándose en la oscuridad de la noche.

Como se explicaba ayer, al hilo de los episodios de pleamar, estas "secas" -que constituyen un proceso natural que es sinónimo de regeneración del agua y de los nutrientes de la ría- están entre las más importantes que se esperan para este año. Y alcanzan este honor después de situar el nivel del agua en los 0,10 metros por encima de la línea de bajamar escorada, cuando lo habitual es que descienda, como mucho, hasta los 0,40 metros, y la mayor parte del tiempo está por encima de un metro.

Aunque no es uno de los mejores momentos del año para el marisqueo, el sector de a pie supo sacar partido de estas "mareas vivas" en prácticamente toda la ría de Arousa, desde Carril y Vilaxoán (Vilagarcía) hasta Rons (O Grove).

A eso de las once de la mañana de ayer era relativamente sencillo encontrar grupos de mariscadoras en plena faena ocupando zonas en las que no es habitual verlas, y algo parecido sucederá hoy a partir de las 11,31 horas, que es cuando se espera la última gran bajamar del mes.

Los siguientes episodios señalados se registrarán a partir del 7 de abril, como de nuevo habrá "secas" importantes el 7 de mayo y a mediados de septiembre, octubre y noviembre.