El Gato Negro de Carril decidió el sábado en asamblea extraordinaria rechazar la oferta de compra del local que la entidad carrilexa dispone frente a la iglesia parroquial, a escasos metros de la sede actual. Allí funciona un supermercado con un contrato de alquiler, que expira en el año 2030.

El presidente del Gato Negro, Carlos Dasilva, explica que la decisión fue tomada por unanimidad. La directiva elevó el asunto a la asamblea después de que la cadena de alimentación presentase a la propiedad una oferta de adquisición del inmueble -es una planta de más de 200 metros cuadrados- por 70.000 euros. Se trataba de una opción a compra durante los próximos tres años, lo que significa que si el supermercado quisiese adquirir el local en algún momento de ese período, se garantizaría un desembolso de 70.000 euros, no más.

El local que el supermercado quería comprar fue en su día sede del Gato Negro. La sociedad disponía de dos plantas, pero la baja la vendió, donde actualmente funciona una panadería.

El presidente del colectivo -ahora con más de 500 socios- asegura que "no tenemos urgencias económicas", por lo que no existe una necesidad imperiosa de deshacerse del inmueble. Tras el rechazo de la asamblea, la oferta del inquilino ha quedado en agua de borrajas.