Tras haberse cargado los semáforos de velocidad de las avenidas Xoán XXIII y Teniente Domínguez, el gobierno socialista de O Grove busca ahora el modo de reducir la siniestralidad en el municipio y acabar con lo que denomina "puntos negros" para la circulación.

Lo hace en colaboración con la Diputación, cuyos técnicos tratan de determinar el lugar más propicio para la colocación de badenes que inviten a los conductores a circular más despacio.

La concejala de Obras, Ángeles Domínguez, anunciaba ayer que se revisan las carreteras en las que colocar esos pasos elevados tanto si van a ejecutarse con cargo a las arcas municipales como si se acogerán al Plan Móvete del ente provincial.

Al margen de buscar lugares propicios para los badenes, los técnicos y el Concello también buscan el modo de solucionar de una vez por todas los problemas que rodean a la construcción de aceras de la parroquia de San Vicente, en las inmediaciones de la iglesia.

Accidente en Lordelo

La propia concejala argumenta que ayer se supervisó la zona en la que está previsto construir dichas aceras y anunció que el jueves que viene tanto ella como el alcalde se entrevistarán con los representantes provinciales responsables en la materia para tratar de encontrar respuestas y satisfacer la vieja demanda vecinal.

Otro asunto en el que deberá trabajar el ejecutivo guarda relación con la avenida Irmáns Otero Goday, donde ayer se produjo un nuevo accidente de circulación.

Parece que el ejecutivo quiere lograr en Costas la desafección de esa franja de terreno para así asumir directamente la reparación y mantenimiento de este importante vial, situado en pleno centro urbano y que comunica la zona portuaria de O Corgo con Terra de Porto.