Ayer por la mañana en el Teleclub de Zamar, el centro de reunión del vecindario, no se hablaba de otra cosa: el atraco de "Vero", un hombre de 71 años muy conocido en la aldea, y también muy querido, tanto que a un vecino incluso le caen las lágrimas cuando lo recuerda. La camarera del bar del centro social lo consuela, diciéndole que "Vero" no está grave y que se va a poner bien.

En el Teleclub conocen el relato de los hechos, que Javier Martínez se cortó los tendones de varios dedos cuando le arrebató el cuchillo de cocina al ladrón y que está pendiente de entrar en quirófano, pero hasta Zamar ayer aún no habían llegado más noticias sobre el estado del septuagenario. Y es que "Vero" no tiene familia en la aldea. Está divorciado y vive solo en una casa ubicada en la plaza principal del lugar. Tiene hijos, pero no residen allí.

Los vecinos de más edad de la zona se han quedado con el miedo en el cuerpo de que las siguientes víctimas puedan ser alguno de ellos. "Yo ya tengo pánico de abrir la puerta. A veces los sitios tranquilos son los peores para estas cosas", comenta una vecina.