Eran poco más de las cinco de la madrugada de ayer cuando Protección Civil de Cambados recibió una llamada de la central de emergencias del 112 Galicia, indicándoles que un coche se había empotrado contra el bajo de una casa. El accidente se había producido en Corvillón, en la rotonda que une la carretera comarcal PO-549 con en enlace la vía rápida a Vilagarcía, y cuando llegaron al punto los voluntarios de Protección Civil vieron que en efecto había un coche empotrado contra un inmueble, aunque no era de una casa, sino que se trataba un bajo en ladrillo y sin acondicionar de un edificio.

Pero en ese momento los ocupantes del coche ya se habían marchado. Junto al vehículo, un Volkswagen Golf de alta gama -es un modelo que nuevo cuesta casi 30.000 euros-, y que cumplía ayer precisamente un año desde su matriculación, había un grupo de personas que dijeron que se habían parado para ver que ocurría, pero que no tenían nada que ver con el vehículo siniestrado.

El coche estaba apagado, y literalmente incrustado en el bajo, con una mitad del mismo en la calle, y la otra dentro del edificio. Los efectivos de Protección Civil accedieron al interior del mismo en busca de los ocupantes, pero no había rastro de ellos. Antes tomaron la precaución de ponerse unos guantes y de avisar a la Guardia Civil, por si el coche era robado.

Cuando llegaron los agentes de la Guardia Civil se comprobó que no había denuncia alguna de robo, y se tomó declaración a una mujer de la zona que según ella vio como después del accidente salió del coche una pareja -parece ser que hombre y mujer-, y que el hombre cojeaba de una pierna, se supone que debido al impacto del airbag de rodilla.

Se hicieron nuevas averiguaciones, y se pudo constatar que el coche está a nombre de una vecina de Marín, de iniciales A.C.B., con la que se intentó contactar para conocer su versión de los hechos. A primera hora de la tarde de ayer, el gabinete de Comunicación de la Comandancia de la Guardia Civil en Pontevedra señaló que no se les había comunicado ningún avance en la investigación del suceso.

Tanto la Guardia Civil como Protección Civil quedaron en la zona mientras se procedía a la retirada del coche siniestrado, cuya parte frontal quedó totalmente destrozada, y se procedía al cierre del boquete en el muro con una valla metálica, pues dentro había maquinaria de obra. Aún era de noche cuando se presentó en la zona un hombre que se identificó como conductor, aunque fuentes consultadas señalan que se trata del hermano de quien se sospecha que en realidad iba al volante.