Hace apenas dos semanas la Ruta da Pedra e da Auga sufrió un grave ataque vandálico, después de que en la madrugada de un sábado derribasen unas 30 farolas del conocido itinerario que recorre a menudo el presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, así como cientos de vecinos, deportistas y peregrinos. Transcurridos casi 15 días, los postes de madera siguen tirados en el suelo o incluso en el cauce del río Armenteira, donde fueron arrojados por los gamberros.

José Luis Pérez explicó en su día que el arreglo se acometería cuando mejorase el tiempo (se aprovecharía para realizar trabajos de mantenimiento, tras los daños en el sendero provocados por las riadas de principios de enero), y la administración municipal pudiese contar con los operarios cuya contratación se financiará con el Plan de Concellos 2016, que financia la Diputación de Pontevedra.