El cobro del IBI a la Urbanización Tojamar fue impulsado por el exconcejal conservador Juan Luis Callón Cameán en el anterior mandato. En el año 2012 el ejecutivo local, entonces presidido por Miguel Pérez, inició un proceso de revisión e inspección catastral a lo largo y ancho del municipio.

La mejor prueba es que en solo un par de meses se localizaron "aproximadamente 400 nuevas omisiones, más la Urbanización Tojamar", según destacaba entonces el concejal Juan Luis Callón Cameán.

Esto suponía localizar nuevas unidades catastrales susceptibles de ser incorporadas al padrón del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI), lo cual suponía tanto legalizar o regularizar la situación de esas nuevas unidades catastrales como incrementar los ingresos en las arcas municipales.

Miguel Ángel Pérez García decía en relación con aquella revisión que "este tipo de medidas implementadas por el gobierno local conducen a un aumento significativo del padrón del IBI, con lo que se va a mejorar la equidad tributaria de este impuesto".

Y aprovechaba para decir que "durante los años 2009 y 2010", cuando gobernaba el socialista Antonio Cacabelos, al igual que ahora, "no se procedió a realizar ni una sola alta catastral, lo que además de suponer una pérdida de ingresos efectivos, implica una posible prescripción de derechos de cobro a favor del Concello".

El plan de inspección desplegado por el gobierno que formaban el PP de Pérez, el Partido Galeguista y Alternativa Meca pretendía "incorporar todas las unidades urbanas catastradas de la totalidad del municipio", de ahí que muy pronto se detectaran las citadas "400 omisiones", que junto a la Urbanización Tojamar iban a ser incorporadas al padrón municipal de 2014, anunciándose ya en febrero de 2013 que "las liquidaciones de atrasos se podrían recaudar en agosto o septiembre" de aquel mismo año.

Juan Luis Callón estaba convencido cuando inició aquel procedimiento de que "entre el casco urbano, la isla de A Toxa y las urbanizaciones podrán actualizarse en torno a unas 800 unidades que actualmente no tributan o lo hacen incorrectamente". Y a esa cifra "habría que añadir el resto del territorio municipal, con aproximadamente otras 200 unidades, lo que sumaría un total aproximado de un millar de nuevas altas catastrales".