Los comerciantes de O Grove están muy preocupados por los robos en sus establecimientos en los últimos quince días. Al menos son tres los locales violentados por la noche, dos tiendas de ropa y una agencia inmobiliaria próximas.

En la madrugada del miércoles se registró el último de los asaltos. Fue en la tienda "Mocca Home" de la céntrica calle Alexandre Bóveda, de donde se llevaron una gran parte de la ropa de temporada pero también camisetas y sudaderas que estaban de rebajas.

"Si me vuelve a suceder algo parecido tendré que cerrar el negocio", afirma la propietaria Carmen María Moinelo que abrió hace dos años este comercio de moda.

Moinelo afirma que tiene asegurada la mercancía y ante la Guardia Civil estimó que el valor de lo sustraído supera los cinco mil euros. Pero esta es una cantidad solo aproximada pues tuvo que hacer las cuentas de memoria y sin inventario pues los ladrones se llevaron también el ordenador y la caja registradora con el dinero de las ventas del día anterior.

La dueña de Mocca Home reconoce que es la primera vez que fuerzan su establecimiento y, quizás por ello, estuvo menos precavida que otros comerciantes a los que ya han asaltado en más ocasiones.

Asegura que en los días anteriores al robo no vio a nadie merodeando por la tienda ni tampoco a personas que hayan entrado como si fueran clientes para comprobar las medidas de seguridad de las que disponía en el interior del establecimiento.

"Cuando llegué el miércoles a las 10,30 horas a abrir la tienda vi que habían reventado el bombín de la cerradura y al empujar la puerta ya comprobé que todo estaba revuelto", explica.

En una primera inspección observó que le faltaba mucha ropa que le acababan de suministrar los proveedores para la nueva campaña de primavera-verano. "Pero no se lo llevaron todo pues había estantes que no tocaron y otros en los que se llevaron toda la ropa de marca, la más cara: pantalones, camisas, chaquetas. De todo, incluso las camisetas y sudaderas de rebajas".

También los agentes de la Guardia Civil observaron que los autores se apoderaron de las prendas de ropa de forma muy precipitada. "Cogieron la ropa que encontraron más a mano, unos 470 euros que había en la caja y el ordenador; y se marcharon a toda prisa", afirma la propietaria de la tienda. Con todo cree que sabían lo que se llevaban pues escogieron las marcas de diseño de la tienda "y se fueron porque debió ocurrir algo que les hizo que se marchasen de forma precipitada".

De hecho, algunos estantes quedaron intactos y el escaparate ni lo tocaron, por lo que nadie en la calle se pudo percatar de lo que había ocurrido en el interior del establecimiento a una hora no determinada de aquella madrugada.

Carmen María Moinelo reconoce que debido a esta acción va a mejorar las medidas de seguridad porque no está dispuesta a soportar otro hecho como éste "porque causa un enorme trastorno y no solo me refiero a las pérdidas económicas".

La empresaria grovense cree que la indemnización que le corresponderá por el seguro en absoluto cubre las pérdidas, ya que estas se limitan al valor de las prendas sustraídas, pues además deja de vender "y no están los tiempos para perder clientes".

Agrega que la "preocupación" no se la puede quitar nadie pues teme que en cualquier momento pueda sucederle algo parecido o peor "en el caso de que estemos dentro mi empleada o yo".

Las pesquisas están dirigidas a sorprender a alguien que ahora quiera vender esta ropa en algún mercadillo de la provincia o de Galicia. Por ello no se descarta que en los próximos días haya una mayor inspección de las ferias en las que sea relativamente fácil desprenderse de estos objetos.

Carmen María Moinelo agradece la diligencia con la que se han tomado el asunto los agentes de la Guardia Civil pero desconfía del éxito de la investigación. "Sería bueno que los capturasen por el bien de todos los comerciantes para que no tengan que sufrir un trastorno como el que me ha tocado a mi".

También agradece la rapidez con la que le han respondido sus proveedores. "Menos mal que todavía hay mucha ropa de la nueva temporada por lo que ha sido bastante sencillo reponer las existencias, pero la situación se me complica con la ropa de rebajas porque los clientes también buscan saldos a estas alturas del año. No entiendo por qué se llevaron las camisetas que tienen un precio muy barato", se lamentaba ayer.

Los comerciantes reclaman más seguridad en O Grove, una localidad en la que existen enormes carencias tanto de patrullas de la Guardia Civil como de la Policía Local, por lo que las rondas nocturnas son muy escasas.

Cabe destacar también que la localidad se encuentra en la época del año más tranquila, cuando apenas hay turistas.