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Revuelo por la reubicación de los puestos a pocos días del inicio de la reforma

El traslado por las obras de la plaza de la verdura abre un conflicto entre las vendedoras

Según el colectivo, el Ayuntamiento propuso que las labradoras en activo estén en la calle, y las jubiladas, en la planta superior, pero estas se ven "agraviadas" - Ravella dice que caben todas en A Peixería, una opción que ellas desconocen

El pabellón de la verdura de Vilagarcía fue inaugurado en 1966 y necesita un lavado de cara. // Noé Parga

La polémica regresa a la plaza de la verdura de Vilagarcía. Tras haberse esfumado el fantasma del derribo del edificio y haber logrado que el Concello modernice las instalaciones con una pequeña reforma, ahora las vendedoras están enfrentadas entre sí, divididas, debido a las opciones de reubicación de sus puestos con motivo de las obras, que empiezan el lunes y durarán un mes.

Durante la ejecución de los trabajos el pabellón de la verdura deberá estar inoperativo, por tanto las noventa agricultoras que cada martes y sábado venden en ese inmueble tienen que trasladarse a otro sitio. Según la asociación que aglutina a la inmensa mayoría de las labradoras, el Concello les expuso en una reciente reunión -para planificar las obras- una única opción: que las campesinas jubiladas (legalmente pueden vender los excedentes del huerto siempre que no superen unos determinados ingresos) vendan en la planta superior del mercado y las que están en activo, es decir, dadas de alta en la Seguridad Social, en la calle posterior de las instalaciones, García Caamaño, junto al río de O Con.

El colectivo se divide prácticamente a partes iguales entre labradoras en activo y pensionistas. Mientras que las primeras están de acuerdo con la alternativa ofrecida, las jubiladas se sienten "agraviadas" porque están seguras de que en la primera planta del mercado, ahora prácticamente vacía, no van a tener clientes.

Según argumenta el portavoz de la asociación de la plaza de la verdura, José Fernández, los compradores tendrían que pasar por dos puntos de venta de verdura antes de llegar al de las campesinas del piso de arriba; primero por las otras agricultoras que estarían al aire libre, en la calle peatonal, y después por los puestos de las vendedoras de hortalizas que trabajan a diario en el edificio principal.

Las jubiladas recuerdan que la escasez de ventas en la planta superior ya tiene antecedentes, pues allí estuvieron instaladas durante la primera fase de reforma del mercado con un pésimo balance de facturación. Por tanto no quieren volver allí.

La alternativa de A Peixería

Ya en el encuentro con representantes municipales, el portavoz del colectivo de labradoras asegura que ya advirtió que las vendedoras jubiladas se iban a sentir discriminadas con esa alternativa, por lo que puso sobre la mesa tres posibilidades: reubicar a todas las agricultoras en Vista Alegre -entre la calle Castelao y la iglesia, donde se venden las velas y rosquillas en Santa Rita-; en la calle García Caamaño -también a todas- o en la Praza da Peixería.

Según Fernández, las tres propuestas fueron rechazadas por el Concello. En el caso de Vista Alegre por la salida de los niños del colegio Filipense, en cuanto al paseo de O Con porque no hay espacio para las 90 vendedoras, y en la Praza da Peixería por problemas de carga y descarga de las labradoras con los puestos del mercadillo en el exterior.

Sin embargo, un comunicado emitido ayer por el Ayuntamiento dice textualmente que "el gobierno pone a su disposición [de las agricultoras] varias alternativas a efectos de que se acomoden durante las semanas que duren las obras de la mejor forma posible, tanto para ellas como para su clientela. Entre los posibles emplazamientos están la Praza da Peixería, recinto cubierto que podría acoger a todas las vendedoras; o dividir los puestos entre el primer piso de la plaza de abastos, que se encuentra casi vacío, y la zona exterior. Serán las propias campesinas las que decidan entre las opciones existentes".

Para sorpresa del portavoz del colectivo, "a mí no me consta que nos hayan ofrecido A Peixería, y hablé con el jefe de la plaza, y me dijo que a él tampoco. De hecho nosotros lo propusimos y nos lo rechazaron", apunta José Fernández.

Ayer por la mañana fue el responsable municipal del mercado de abastos el que se encargó de comunicar a las vendedoras que se repartirían entre la planta superior y el exterior, ocasionando tal noticia un importante revuelo entre las afectadas.

Suelo de color gris

En cuanto al proyecto de reforma del pabellón de la verdura, fue adjudicado esta semana por la junta de gobierno local a Marconsa. El contrato asciende a 73.020 euros, que se sufragarán en un 70% con una subvención de la Xunta y en un 30% con fondos municipales.

La reforma afectará tanto al interior como al exterior del edificio, construido en 1964 e inaugurado en 1966. Por fuera se actuará en toda la fachada, pintando tanto las paredes como la marquesina perimetral y manteniendo las zonas de mampostería de piedra de las puertas principales, según apuntan desde el gobierno vilagarciano.

En cuanto al interior del pabellón, se retirará el suelo por completo para aplicar un revestimiento continuo de resina de 3 milímetros de espesor, similar al del inmueble principal del mercado. El color finalmente será gris. Se revestirán los parámetros verticales con pintura especial y se retirarán las obsoletas lonas publicitarias, que serán sustituidas por paneles de aluminio y adhesivos de vinilo con la marca de la identidad corporativa -granate- de Concello y plaza de abastos. Se repararán las bancadas de mármol.

Marconsa introdujo una mejora en el proyecto inicial, que consiste en cambiar los actuales tubos fluorescentes por 50 lámparas led. Esta nueva iluminación supondrá un ahorro energético.

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