El éxito de la diseñadora cambadesa Eva Soto se comprueba cada año en Cibeles, donde exhibe sus últimos trabajos durante la presente semana. La artista se inspira en múltiples disciplinas para elaborar vestidos que han gozado de un importante reconocimiento por parte de la crítica especializada. Soto dispone de una amplia formación y reconoce que mantiene una actitud perfeccionista recompensada posteriormente por los premios que ha acumulado en los últimos años.
La modista cambadesa ha obtenido galardones, entre otros certámenes, en la Muestra Nacional de Jóvenes Diseñadores de Cantabria, en el concurso de jóvenes diseñadores de novia organizado por FIMO y en el concurso internacional de vestidos de papel.
La cantante norteamericana Lady Gaga se propuso el año pasado lucir en un videoclip un vestido de Soto, que experimenta a sus 31 años una proyección internacional en aumento.
-¿Desfilar en la pasarela de moda Cibeles ha supuesto, hasta ahora, la cumbre de su carrera artística?
-Llegar hasta aquí es un sueño, me llena de entusiasmo y me siento muy agradecida por las oportunidades que he tenido con motivo de este evento tan importante en la moda nacional e internacional. En 2012 presenté mi colección de primavera y verano por primera vez en el Fashion Week de Madrid, pero un mismo diseñador solo puede desfilar en tres ediciones distintas y en esta ocasión me he limitado a participar en el showroom con algunos de mis trabajos. Más adelante, en enero, mostraré mi nueva colección para la próxima temporada.
-¿Cómo describiría el estilo con el que se identifican los diseños que exhibe en todas estas citas con la moda?
-Mis diseños están inspirados en el arte, que siempre aparece como denominador común, y en este sentido caben muchas disciplinas como la arquitectura, la escultura y el patronaje.
-¿Cómo es capaz de adaptar y conjuntar todas esas áreas tan diversas y complejas al mundo de la moda?
-Atiendo, sobre todo, a las líneas, la geometría, las diagonales, rectas y curvas. Todo lo relacionado con las dimensiones de cada uno de los vestidos guarda un vínculo evidente con todas estas labores.
-En muchas ocasiones ha hablado de sí misma como de una profesional meticulosa y muy exigente consigo misma. ¿Se considera muy detallista en su trabajo?
-Sí, efectivamente, es cierto quelo calculo todo, los volúmenes están estudiados al milímetro y, cuando observo que me he equivocado en algo o que algunos aspectos del resultado que estoy logrando no me convencen, vuelvo a empezar todas las tareas correspondientes desde el principio.
-¿La obsesión por los pequeños detalles puede representar un problema para quedarse con una visión de conjunto o dejar que se desarrollen con naturalidad algunas ideas?
-Eso no ocurre porque muchas de las labores dejan un margen importante a la espontaneidad, mientras que afronto de otra manera el dibujo inicial y el resto de planteamientos que se realizan para ir dando forma a la idea. Pero hago muchos cambios que a veces se alejan de la propuesta de partida.
-¿Qué desearía conseguir de cara al futuro?
-Estoy muy contenta con lo que he conseguido hasta ahora, pero me encantaría, quizás, desfilar en lugares como París y Nueva York. Ese sería mi gran sueño. Cuanto más ambiciosas sean las metas, mejores serán resultados. También tengo presente la alta costura, porque es un campo que me apasiona.
-¿Cómo valora la acogida que suelen recibir sus diseños por parte de la crítica?
-Creo que siempre se ha valorado mi trabajo. A menudo se pone en contacto conmigo la prensa internacional, sobre todo las publicaciones especializadas, y eso también resulta muy gratificante.
