La avispa asiática, o velutina, supone un gran peligro para el medio ambiente. Desplaza a las avispas autóctonas, y ataca y mata las abejas, con las consecuencias económicas que esto tiene para los apicultores y, a nivel general, la incidencia sobre la polinización de las plantas.

Marta Lois señala que "hoy en día parece casi imposible erradicarla completamente", pero que se pueden tomar varias medidas para intentar controlarlas. Una de ellas pasaría por realizar un control biológico mediante el avispón gallego, que incluso es más grande que las asiáticas y que de hecho es uno de sus depredadores. "Por desgracia hay mucha gente que confunde el avispón gallego con la asiática y mata el autóctono de aquí, cuando podría ser un freno para la invasora", agrega Marta Lois.

Otras posibilidades de control, según la presidenta del Colectivo Ecoloxista do Salnés, son las trampas hormonales para las reinas o localizar en invierno los panales más pequeños en los hiberna la reina. Los ciudadanos también pueden poner su grano de arena en esta lucha avisando a las autoridades (por ejemplo al teléfono 112) cuando vean un nido de velutina, para que los técnicos lo retiren o exterminen a los insectos. Eso si, Lois recuerda que esta especie no es más agresiva ni peligrosa para los seres humanos que otras. "Ataca cuando se ve en peligro, como las demás", recalca.