La ría de Arousa se ha convertido en una plataforma de observación cada vez más utilizada por ornitólogos, científicos y aficionados a la naturaleza en general. Desde estas aguas se desarrollan diferentes proyectos y expediciones que tienen a los mamíferos marinos y las aves, incluidas las pelágicas, en el punto de mira.

El aumento de la oferta, como la creciente demanda de este tipo de iniciativas, hacen de estos proyectos una herramienta interesante desde el punto de vista no solo medioambiental, sino también turístico, por cuanto ayudan a diversificar y desestacionalizar la oferta.

El Proyecto de Inversión Ornitológica (PIO) del Concello de O Grove, actividades desplegadas periódicamente por la Sociedad Española de Ornitología (SEO/BirdLife) y el trabajo realizado por el Instituto para el Estudio de los Delfines Mulares (BDRI) y el grupo Intramar, del que forman parte el proyecto Seabirds Galicia y el barco pesquero rehabilitado "Chasula", son pieza clave para que Arousa se convierta en un gran mirador desde el que observar todo cuanto sucede en el medio marino, tanto dentro como fuera de la ría.

Hay que tener en cuenta que Galicia dispone de aproximadamente 1.200 kilómetros de costa y que sus rías están consideradas por la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación) como uno de los más importantes depósitos de fitoplancton del planeta. Y la arousana, con 26 kilómetros de largo, una profundidad máxima de 65 metros y una superficie de 230 kilómetros cuadrados es, sin duda, la más rica de todas.

Sus especiales condiciones, con aguas de cálidas temperaturas, elevada producción primaria y la riqueza animal derivada de la citada abundancia de fitoplancton hacen que los delfines encuentren en Arousa una especie de paraíso, como sucede con infinidad de aves en el Complexo Ons-O Grove, extendiéndose su llamativa presencia a las aguas atlánticas en el caso de las pelágicas, algunas tan llamativas como los alcatraces, los frailecillos o las alcas.

Todo esto justifica proyectos como el llevado a cabo por el BDRI, que en los últimos nueve meses de 2014 avistó en Arousa 130 grupos de delfines mulares, concluyendo que "la costa grovense ofrece condiciones ideales para su alimentación".

El zoólogo responsable del proyecto, Bruno Díaz, incide en que "se han podido observar más de 1.500 arroaces visitando estas aguas durante todo el año, habiéndose contabilizado algunos días más de 150 individuos alimentándose en el área, con una gran presencia de crías y ejemplares jóvenes".

Son datos elocuentes, y más cuando se prueba que hay ejemplares "residentes todo el año" en Arousa, muchos de los cuales, a buen seguro, podrán ser localizados nuevamente los días 21,22, 28 y 29 en los cursos internacionales impartidos por BDRI en O Grove "para la formación de profesionales en el estudio de los mamíferos marinos; por primera vez en España y como ya se hizo anteriormente en otros países".

La misma riqueza que explica la nutrida presencia de mamíferos marinos en Arousa y la plataforma continental es la que justifica la labor de la plataforma Seabirds Galicia, creada en 2011 "para gestionar viajes pelágicos mar adentro, al suroeste de Galicia, junto con Iniciativas Tradicionales Marítimas (Intramar) y su barco 'Chasula', ofreciendo viajes atractivos y de bajo precio indicados para observar tanto aves marinas raras como comunes". Paíño de Wilson, gaviota de Sabine, pardela encapuchada o pardela cenicienta son los nombres de algunas de las especies que pueden avistarse en este tipo de expediciones atlánticas, hasta llegar a unas doce millas de la costa.

Pero también dentro de la ría se utiliza el "Chasula" para satisfacción de investigadores, ornitólogos y aficionados a la naturaleza en general. El pasado 28 de febrero, sin ir más lejos, su tripulación navegó de O Grove a Vilagarcía y Rianxo para compartir singladura con un grupo de delfines y ver cormoranes, espátulas, serretas, zampullines cuellinegros, entre otras aves.