El encierro que las trabajadoras despedidas de la residencia Valle-Inclán mantenían en el Concello de Vilanova tocó en la mañana de ayer a su fin. Un desagradable incidente en el despacho del alcalde, Gonzalo Durán, terminó con la protesta que estaba protagonizando el colectivo, tras invadir la dependencia de Alcaldía reclamando una solución al conflicto laboral con la gerencia de la empresa que rige los designios del geriátrico.

Tras pasar la noche en el salón de plenos, el grupo de trabajadoras liderado por Rosa Abuín y Esther Campoamor, delegadas de la Confederación Intersindical Galega (GIG), abordaron el despacho del alcalde en el momento que se iba a iniciar una rueda de prensa. Al grito unánime de "Valle-Inclán solución", las despedidas solicitaron al alcalde la realización de la gestión que se le había solicitado respecto a la Consellería de Traballo e Benestar para conseguir un encuentro con Beatriz Mato.

Tras un acalorado intercambio de acusaciones entre trabajadoras y sindicalistas con el propio Gonzalo Durán, el alcalde solicitó que abandonasen la sala, a lo que las trabajadoras se negaron. A continuación, el regidor vilanovés solicitó la presencia de la Policía Local, ordenando que se le tomasen los datos a los allí manifestados por desacato a la autoridad competente.

Fue entonces cuando las cerca de veinte personas que solicitan la actuación de la Xunta para que se vuelva a regularizar su situación laboral abandonaron voluntariamente el despacho del alcalde y las propias dependencias municipales tras recoger sus enseres del salón de plenos donde habían pernoctado.

Gonzalo Durán manifestó tras el incidente que "cedimos el salón de plenos democráticamente con la condición de que no se interrumpiese la actividad propia del Concello; no cumplieron las normas entrando de forma violenta en el despacho, y yo a presiones no funciono".

El regidor vilanovés aludió a la acción de las delegadas sindicales diciendo que "la CIG viene ahora a pedirnos soluciones cuando son ellos los que dejaron a esta gente en la calle. Luego se quedan con el 10% de lo que les de el Fogasa. Ahí está su negocio. Manipulan a los desempleados por interés propio".

Respecto a la petición de la gestión frente a la Consellería, Durán apuntó que "yo les facilité un e-mail para que se pusiesen en contacto con Beatriz Mato, pero me pidieron que lo hiciese yo. Les dije que el ayuntamiento no tiene la culpa del conflicto entre empresarios y trabajadores. Esto es un fracaso de la CIG y yo no me siento culpable de su fracaso. La pena me la dan los vecinos de este pueblo que se quedan sin trabajo".

Las acusaciones de Gonzalo Durán continuaron contra las acciones de Campoamor y Abuín, "fracasaron con lo de Alfageme, pero les da igual. Son unas profesionales de esto y son las únicas que cobran. Vienen a hacer su trabajo y van de sitio en sitio para justificar su salario porque ellas si que cobran la jornada y no como a los trabajadores de los que dicen defender sus derechos".