"No hay ningún proyecto comercial. Hay un estudio de detalle, un expediente urbanístico". El alcalde de Vilagarcía, Tomás Fole, repitió esta frase hasta la saciedad ayer en el pleno para negar de forma tajante que esté previsto construir un centro comercial en la parcela de Megasa. El primer edil justificó la aprobación del estudio de detalle -un documento que reordena volúmenes en la finca- diciendo que "cuenta con informes favorables" y que de no llevarlo a pleno ni aprobarlo, "estaríamos prevaricando". "No podemos manifestarnos en contra de la legalidad vigente. Sería un despropósito que una administración vaya en contra de algo legal", argumentó.

Tanto la presidenta del Consorcio de Comercio do Salnés y de la asociación Zona Aberta, Rocío Louzán, como los grupos de la oposición basaron sus críticas al gobierno local en la falta de posicionamiento del alcalde sobre las grandes áreas comerciales, y no en un certificado firmado por Tomás Fole en el que se hace alusión a un futuro supermercado con pequeñas tiendas en el solar.

El regidor conservador justificó que este tipo de documentos son "habituales en las gerencias de Urbanismo y en ellos se recoge de forma resumida y escueta" el contenido. "A veces es un error explicar demasiado", dijo.

Para intentar acallar la polémica surgida en torno a una posible área comercial en la finca de As Carolinas, Fole garantizó que "nunca" mantuvo una reunión con la propiedad, la familia Rey -impulsora del estudio de detalle-, que "no ha presentado nada por registro". No obstante, el primer edil sí admitió que los dueños del solar se reunieron con el arquitecto jefe del Concello -se jubiló en noviembre y su plaza está ahora vacante- y "vieron qué se podía hacer" en el solar. En este sentido, se refirió en términos de "especulaciones" e "hipótesis" por parte de la propiedad a la construcción de un supermercado con tiendas que se contempla en un documento del expediente. "¿Mentira? Ninguna. No hay un proyecto comercial como tal. No se sabe lo que se va a hacer". "Me niego a enfrentarme a un delito de prevaricación", insistió en cuanto al estudio de detalle que fue aprobado de forma definitiva ayer con los votos a favor de PP e IVIL y el rechazo de PSOE, BNG y Esquerda Unida.

La indignación mostrada el viernes por la presidenta de Zona Aberta tras acceder al expediente de Megasa y acusar al alcalde de mentir, se convirtió ayer en un discurso más tibio en el que defendió la importancia del comercio local vilagarciano al tiempo que advirtió de la pérdida de puestos de trabajo en el sector de materializarse el fantasma del temido centro comercial. En definitiva, Louzán alertó de que una superficie así supondría la desaparición del comercio minorista, del que existen 3.094 establecimientos en O Salnés, más de 1.100 de ellos en Vilagarcía "y la mayoría de ellos con empleados contratados".

El único reproche que lanzó Louzán a Fole fue que, "sabiéndose desde hace casi un año" -en alusión al posible área comercial en Megasa-, "debió haberse consensuado con el sector". La presidenta del colectivo, que llegó tarde a su intervención, solicitó del gobierno vilagarciano "un compromiso" para que no se instalen más centros comerciales en la ciudad, un reclamo que cayó en saco roto, ya que el alcalde insistió en que no irá en contra de "algo reglado y legal", en referencia al estudio de detalle presentado en Ravella por la familia Rey, el cual cuenta con los informes favorables y "únicamente ordena una superficie; no cambia ni edificabilidad ni usos". El uso actual de la parcela es industrial y comercial.

A diferencia de intervenciones del alcalde, en esta ocasión no se anduvo por las ramas y dejó claro que "no hay un proyecto comercial para Megasa. Ni a mi ni a ningún concejal se han dirigido los propietarios ni ninguna empresa con un proyecto claro. Sí reconoció haber recibido a intermediarios inmobiliarios que "se dedican a buscar emplazamientos para sus clientes". "Preguntaron por la calificación de determinadas parcelas", apuntó.

El PSOE presumió de haber sido el único partido de la oposición que presentó alegaciones al estudio de detalle, mientras que el BNG alertó sobre la "muerte" del pequeño comercio con la construcción de una gran superficie. Esquerda Unida, por su parte, alertó de que el gobierno vilagarciano "nos lleva a un callejón sin salida" porque "si ahora se aprueba el estudio de detalle luego será ilegal no aprobar el proyecto técnico y arquitectónico".