El gobierno tripartito de O Grove aporta una documentada y extensa exposición de motivos para justificar la moción que le lleva a pedir a Sanxenxo que "deje tranquila" la playa de A Lanzada.

Realmente al municipio que dirige la conservadora Catalina González le pertenece un trozo del arenal, el que está por la cara de la playa más cercana a la capilla de A Lanzada, y nadie se lo discute. Pero a instancias de los comuneros de Noalla, ahora Sanxenxo lo quiere todo, y eso es algo que en O Grove no están dispuestos a tolerar.

Por eso el gobierno grovense, con el también conservador Miguel Pérez a la cabeza, incide en que nadie puede dudar del "arraigo de los gallegos por la tierra" y recuerdan que los "marcos" están para "certificar y delimitar los terrenos, dando fe de la propiedad".

Así las cosas, cuando se producen disputas, "al final suelen ocultar intereses o razones de tipo económico", y de este modo con frecuencia se producen pleitos o litigios entre comunidades de montes.

Sucede, en esta ocasión, que Sanxenxo quiere reclamar la titularidad de la playa de A Lanzada, siendo éste un conflicto que viene de antiguo y que en O Grove no parece arrojar duda alguna, ya que, como dicen los grovenses una y otra vez, "O Bao é noso", en alusión al istmo.

Desde 1889

De todo ello se habla en la moción elaborada por el gobierno, que explica argumentos ya manejados en días pasados, como por ejemplo que "en 1889 se conformó uno de los primeros lindes y los responsables del Concello de Sanxenxo no estuvieron presentes, incumpliendo así el protocolo establecido".

Añaden que "lo mismo sucedió en 1928, "cuando en Sanxenxo no se dieron por enterados de una nueva comunicación para el mismo deslinde". Y ya en los años cincuenta "nuevas disputas finalizaron en una causa judicial resuelta por el Tribunal Supremo en 1961, dando lugar, tiempo después, a la materialización del deslinde del Instituto Geográfico y Catastral Nacional; esta vez sí, con la participación de los dos Concellos, poniendo fin a un conflicto que duraba demasiados años".

Un dislate que causa alarma social y gastos innecesarios - El gobierno grovense apuesta por "aprovechar las sinergías de O Grove y Sanxenxo para conseguir objetivos comunes que redunden en beneficio de todos". Esto pasa por tener claro que las pretensiones de la alcaldesa de Sanxenxo reclamando A Lanzada -en la foto, dicha playa- "son un dislate que ocasiona gran malestar a nuestros vecinos, creando una innecesaria alarma social y un nuevo conflicto que requerirá invertir trabajo y fondos públicos a los dos municipios". Y todo por causa de "una infundada aventura". En el tripartito grovense incluso tildan de "desafortunadas" las intenciones de Catalina González. De ahí que en la moción presentada anoche y aplazada para mejor día insten a la alcaldesa a reconsiderar su postura.