Es por ello que el insigne cronista pontevedrés, Prudencio Landín, comentó en cierta ocasión que "su nota característica fue la precocidad. Antes de los catorce años era bachiller; antes de los diecinueve, abogado con todas las calificaciones supremas; antes de los veinticinco, diputado provincial; antes de los treinta, gobernador civil; antes de los treinta y tres, diputado a Cortes; antes de los treinta y seis, subsecretario de Hacienda; antes de los treinta y siete, ministro del mismo ramo y después de Gobernación, de Fomento y nuevamente de Hacienda".

No solo hubo precocidad en la Universidad y la política, también en la cultura, de tal forma que antes de cumplir los diecinueve años ya había recibido un premio por su estudio crítico "Historia de la Literatura Gallega".

Se trata esta, de una faceta de su vida que siempre llevó consigo en medio de la política, y prueba de ello son sus publicaciones: "Manuel Curros Enríquez"; "Aptitudes de Sancho para gobernar la ínsula de Barataria", que se editó en 1905 con motivo de su discurso en el III Centenario del Quijote; y sobre todo el más famoso de todos ellos, "La mujer gallega y Rosalía de Castro", que pronunció con motivo de su ingreso en la Real Academia Española en 1916, a la que contestó el académico Jacinto Octavio Picón.

La actividad académica de Besada fue tan amplia como la política, ya que también perteneció a las Reales Academias de Ciencias Morales y Políticas con cuyo ingreso leyó un discurso, posteriormente publicado en 1913, con el título de, "Deberes de la ciudadanía olvidados o mal cumplidos por las generaciones actuales", en los que destaca la honestidad y el trabajo como lo más importante para los ciudadanos, así como de la Academia de Jurisprudencia y Legislación, de la cual llegaría a ser presidente en el año 1918. Con motivo de su ingreso en esta Real Academia pronunció un discurso técnico titulado, "La situación del crédito ante la guerra".

Ostentó además, el cargo de responsable de la Sección de Ciencias Morales y Políticas del Ateneo de Madrid, cuyo presidente era el famoso político Segismundo Moret.

El ya citado cronista pontevedrés diría de González Besada que a pesar de todo, "no era un hombre erudito, ni hacía falta que lo fuera para actuar en los tribunales. Le bastaba una cultura selecta, el dominio de las leyes y de las doctrinas, el sentido ponderado de las cosas y el conocimiento del alma, poniéndose siempre en el lugar de los que muchas veces -ya que no todas- necesitan caridad misericordiosa más que justicia implacable".

Augusto González Besada, nacido en Tui en 1865, tenía a su favor el haber crecido en el seno de una familia pudiente, amante de la cultura, e inmersa en la vida política del siglo XIX: su padre Basilio González Besada y sus tíos Rafael y Sabino habían desempeñado cargos de importancia como diputados provinciales, ostentado este último la presidencia de la Diputación de Pontevedra e incluso fue gobernador en dos ocasiones.

A través del partido conservador, Augusto González Besada se fue introduciendo en la política y es Cambados quien inicialmente le proporcionó su ingreso en la política nacional al obtener un escaño en el Congreso de Diputados en 1899 como diputado por el distrito de Cambados (por entonces los distritos no eran provinciales como ahora), resultado que prosiguió en las elecciones de 1901, 1903 y 1905.

Si gracias a la representación del distrito de Cambados, González Besada se fue introduciendo en la política nacional, llegando a ser ministro de Hacienda, de Gobernación y Fomento así como presidente del Congreso de Diputados, como era tradicional en aquellos años (no ahora), supo devolver de alguna forma esta representación con favores hacia los pueblos de la comarca. Por otra parte, lo normal era que cuando cualquier ayuntamiento quisiera una mejora en sus comunicaciones o instalaciones públicas acudiera a González Besada o a cualquier otro político importante de la época como podría ser el marqués de Riestra o Seoane.

En el caso concreto del distrito de Cambados, desde el año 1846 a 1899, un total de 17 personajes fueron elegidos por el distrito Cambados para el Congreso de Diputados, con figuras tan importantes como Cándido Nocedal, Juan Francisco Fontán, Celso García de la Riega o Eugenio Montero Villegas, hasta que en 1899 salió como responsable del distrito de Cambados nuestro personaje, y que continuaría como tal hasta el año 1907.

Un dato curioso en las elecciones tanto de González Besada como de los anteriores y posteriores, era la apabullante mayoría que obtenían. Así, cuando González Besada se presenta asisten a la votación. ¡Ni un para la presidencia del Congreso de Diputados, para el periodo abril de 1914 a octubre de 1915, obtiene 286 votos que eran todos los diputados que solo voto en contra!, y cuando en 1915 se presenta de nuevo para la presidencia, obtiene 255 de los 257 votos presentes.

Veamos el caso de Pedro Seoane el diputado que coge el puesto de González Besada en el distrito de Cambados, que en las elecciones a diputado del año 1907, saca 5.744 votos de los 5.780 votantes.

Cuando en 1899 González Besada obtiene por primera vez el acta de diputado por el distrito de Cambados, "fue calurosamente recibido. Ya de noche, en Pontevedra, después de unos cuantos días de ruda brega electoral, por una gran masa de gente a la cual dirigió su palabra emocionada desde la galería de la desaparecida "botica de la Peregrina", de Perfecto Feijoo, convertida en tribuna para el nuevo parlamentario a quien tantos triunfos esperaban".

Desde este primer triunfo, González Besada vendría con frecuencia a Pontevedra y a la comarca de Cambados. Según Prudencio Landín, solía visitar con cierta frecuencia a sus amigos Modesto Martínez, de Caldas, y Ramón Orge, de Sanxenxo.

De cualquier modo, en el caso concreto de Cambados, su diputado atendió a las demandas de sus dirigentes para que se construyera un muelle en condiciones acorde con la importancia de sus actividades marineras, y en diciembre de 1907 la prensa anuncia que "hoy es el día en que tendrá efecto en Madrid la subasta de las obras del puerto de Cambados.

Tiénese la seguridad de que tan lejos de faltar licitaciones, son muchos los que aspiran a serlo por las inmejorables condiciones del proyecto. En Pontevedra tan solo. Sábese que las han solicitado cinco.

Puede el día de hoy señalarse como de imborrable memoria para este pueblo, por la trascendencia que esas obras encierran para los intereses generales de dicha comarca.

El pueblo unánime, sin distinción de personas elogia y aclama entusiasta la gestión en el asunto a su querido y admirado diputado Augusto González Besada, y piensa en hacer pública manifestación de su acendrado agradecimiento".

La prensa de la época comentaba que el muelle "ha de tener 376 metros" y que la contrata" actual es de 67.000 duros que Besada consiguió del Estado". Añadía que "se sacan diariamente, por medio de una grúa a vapor, ocho toneladas de piedra, arrancada de una cantera situada en el lugar llamado Breixo, que se halla a medio kilómetro de Cambados, en la carretera que de esta villa a Gondar".

La prensa del año 1908 recordaba todo lo acontecido el año anterior cuando Cambados lo nombró hijo adoptivo y le regaló una enorme placa para homenajearle. Con dicho motivo un periódico hacía el siguiente recuerdo por medio de una "Carta de Cambados" de fecha 17 de noviembre de dicho año: "Llama la atención del público cambadés la placa de plata repujada que nuestro ayuntamiento dedica al ministro, Besada, proclamándole hijo adoptivo. La placa es de plata, estilo Luis XV, primorosamente trabajada, y mide 86 centímetros de largo por 57 de ancho."