El turismo propicia que en verano las entradas por urgencias en el Hospital do Salnés se disparen hasta un 20 por ciento más con respecto a otras épocas del año. El margen sur de la ría de Arousa es una de las zonas más turísticas de Galicia, y eso también se traduce en una mayor demanda de asistencia sanitaria. De hecho, en este mes de agosto hubo días en que el personal de Urgencias del hospital arousano atendió más de 130 casos, cuando lo habitual es que ronden el centenar.

La población de referencia del Hospital do Salnés es de unos 80.000 habitantes en invierno -la que suman los ayuntamientos de Catoira, Vilagarcía, Vilanova, A Illa, Cambados y Ribadumia-, pero en verano puede rondar los 100.000, de ahí que esto también se refleje en el trabajo de los servicios médicos. La procedencia de muchos pacientes que empiezan a llegar en julio también denota el sobreesfuerzo que tiene que asumir el personal de Urgencias, con la llegada de gente de Madrid, Valencia o Castilla-León.

Las dolencias más habituales en estas fechas son los traumatismos, las picaduras de insectos, las intoxicaciones etílicas, las gastroenteritis y las infecciones urinarias, sobre todo en el caso de las mujeres.

El personal del centro arousano realiza este trabajo con el mismo número de efectivos que en otras épocas del año, y de hecho el dispositivo se mantiene igual durante los fines de semana y en fechas como la madrugada de la Festa da Auga, cuando Vilagarcía recibe a miles de personas de fuera.

El de Urgencias es uno de los servicios más colapsados de trabajo del Hospital do Salnés, puesto que no está dimensionado para atender mucho más de 80 casos diarios, cuando la realidad es que raramente baja de los 100, y que a menudo sobrepasa los 130 en días puntuales. Esto provoca, por ejemplo, que haya ocasiones en que los pacientes tengan que compartir box y permanecer separados durante unas horas por una simple cortina, lo que convierte el derecho a la privacidad en una entelequia.

Una de las razones que explica esta saturación de Urgencias es que el servicio no se dimensionó para la población de referencia -de hecho hace años que se está reclamando la ampliación-, pero hay otras, también imputables a los propios pacientes. Fuentes médicas consultadas señalan que en torno al 70 por ciento de las personas que acuden a los servicios hospitalarios de urgencias lo hacen a iniciativa propia, cuando podrían haber acudido primero a las unidades de urgencias de los centros de salud.

En el caso de O Salnés, el servicio está pendiente de una ampliación comprometida por la Xunta de Galicia. Los presupuestos autonómicos de este año contemplan una partida de seis millones de euros para ese fin, pero el proyecto acumuló un considerable retraso, según la Xunta porque varias empresas presentaron recursos contra el concurso.

Tras una intensa campaña de presión para que se desbloqueasen los trámites, la Xunta contrató finalmente la redacción del proyecto y la dirección de obra, aunque los primeros frutos no se verán probablemente hasta finales de este año o principios del que viene. Mientras tanto, está pendiente el inicio de las obras de explanación de la parcela donde se acometerá la ampliación, pues la Mancomunidade do Salnés y la Diputación de Pontevedra dijeron en su día que la finca se utilizaría provisionalmente como aparcamiento mientras la Xunta no empezase con las obras de ampliación. Y es que el del aparcamiento es otro de los problemas endémicos.

Accidente del tren

El servicio de Urgencias del Hospital do Salnés participó la noche del 24 de julio en el operativo de atención de los heridos en el accidente del tren de Santiago de Compostela. Al centro sanitario arousano llegaron tres viajeros. Uno de ellos recibió el alta el 25 a mediodía; otro fue derivado posteriormente a Pontevedra; y el tercero fue trasladado a Madrid a petición propia, al estar allí su domicilio.

Este verano también se atendieron más casos por golpes de calor que otros veranos, debido a las elevadas temperaturas del principio de julio.