El Pacto hacía una clara denuncia del centralismo y abogaba por algún tipo de autonomía para Galicia que permitiera el desarrollo regional.

Sin embargo, lo que hizo que el pazo de Barrantes fuera conocido internacionalmente fue el hecho de que en el año 1988 se constituyera en sede de la "Fundación Graham Greene".

Este conocido escritor era una de las figuras más conocidas de la literatura del siglo XX. Eternamente aspirante al premio Nobel, era autor de obras tan famosas como "El poder y la gloria", "El americano impasible", "El factor humano", "Nuestro hombre en la Habana", y un largo etcétera, que lo situaba entre los novelistas más leídos del pasado siglo. Era además un enamorado de España y especialmente de Galicia en donde pasaba largas temporadas en el monasterio de Oseira, acompañado de su buen amigo, el sacerdote ourensano Leopoldo Durán.

El tercer personaje clave en el establecimiento de la Fundación Graham Greene en el pazo de Barrantes era el dueño del mismo, el X conde de Creixel, Vicente Cebrián Sagarriga, que lo había heredado de su abuela, Julia Becerra Malvar.

Efectivamente en el Boletín Oficial del Estado de fecha seis de agosto de 1988 aparece la Orden del 10 de junio del mismo año "por la que se reconoce, clarifica e inscribe en el Registro de las Fundaciones docentes privadas la denominada Fundación Graham Greene en Ribadumia (Pontevedra), pero ¿cómo se había llegado a esta feliz situación de establecer en Barrantes una fundación de un personaje tan alejado de la misma como era el novelista inglés?

Es el sacerdote Leopoldo Durán, el que nueve años más tarde aclara inequívocamente el inicio de la Fundación, que durante mucho tiempo había sido causa de falsas noticias y comentarios dudosos. Comenta que el célebre novelista mencionaba en dos ocasiones al vino Marqués de Murrieta en su novela "Monseñor Quijote", y que Vicente Cebrían conocía mi vieja amistad con Graham Greene por lo "que se puso en contacto conmigo" y "pronto me pidió que propusiese a Greene visitar otra vez las bodegas Murrieta, y también el pazo de Barrantes". Durante la estancia en las bodegas citadas, "Vicente le pedía permiso a Graham Greene para crear una fundación que llevase su nombre. La cara de Greene se ensombreció. Preguntó al conde: ¿Es cosa de propaganda?", a lo que respondió Vicente Cebrián que "ni sus libros ni mi vino necesitan propaganda. Pero aquí está su gran amigo Leopoldo, que debe seguir estudiando su obra. Él sería el presidente, claro está. Crearíamos una beca perpetua para él?".

Lo cierto es que seis meses después, el notario madrileño Stampa Sánchez daba a conocer el contenido del acta notarial en la cual se leía que el presidente de la Fundación sería el "Excmo. Señor don Vicente Cebrián Sagarriga", relegando a Leopoldo Durán al cargo de secretario de la misma, cosa rara teniendo en cuenta los continuos elogios que el dueño del pazo de Barrantes había dicho del sacerdote.

Ante la sorpresa del sacerdote, el conde Creixel le indicó que desearía unas líneas autógrafas del novelista "autorizando la fundación", por lo que antes de una segunda carta fundacional y ante la creencia de que su amigo era el presidente de la Fundación, escribió la siguiente nota desde su casa de Antibes en febrero de 1988: "Querido Leopoldo: Con orgullo y con placer he recibido la noticia de tu Fundación. España fue el primer país extranjero que visité a la edad de dieciséis años, Vigo y A Coruña, en donde un muy lejano pariente mío descansa en su tumba, Sir John Moore.

Encuentro totalmente inexplicable la parte tan importante que en mi carrera literaria ha jugado España. Mi primera novela (que nunca se publicó) versaba sobre refugiados españoles en Londres durante las guerras carlistas. Mi tercera novela publicada, que era muy mala, tenía Navarra como escenario durante estas guerras. Desde entonces, entre mis libros posteriores, cuatro están situados en España o Hispanoamérica. Deseo toda clase de venturas a tu Fundación".

Leopoldo Durán aclara que en abril de 1988 se procedía a una nueva revisión de la Fundación, en esta ocasión era el notario de Cambados, José Angel Dopico Alvarez el que certificaba que el presidente de la Fundación sería el sacerdote y amigo del escritor, aunque realmente quien mandaba era el conde de Creixel.

La prensa nacional se hizo eco de la fundación, alardeando que "entre las finalidades de la fundación figuran la investigación sobre la obra de Graham Greene en sus aspectos literario e ideológico, el trabajo en aquellos aspectos relacionados con el autor y la profundización en el aspecto teológico de la literatura inglesa desde sus orígenes, conceder becas y publicar libros o trabajos sobre el autor inglés". Los medios de comunicación señalaron que incluso los reyes de España se habían interesado por la fundación.

El autor aprovechaba la Fundación para jocosamente defenderse de la acusación que se le hacía de "comunista" en algunos medios. Comentaba entonces, "cómo voy a ser comunista si los encargados de mi fundación en España son un cura y un aristócrata". Realmente había pertenecido al Partido Comunista inglés, aunque brevemente, en 1922, y había dejado el partido por considerar a sus compañeros políticos como "infantiles y fatuos".

En principio, la fundación con sede en el pazo de Barrantes no tenía problema económico alguno ya que en el acto fundacional tenía un fondo de 10 millones de pesetas otorgadas por el conde Creixel, y en diciembre de 1988 se anunciaba en la prensa nacional una subasta de vinos Marqués de Murrieta en Sotheby´s, Londres, "en beneficio de la fundación dedicada a Graham Greene" que había producido 28.000 libras -casi seis millones de pesetas-. Como curiosidad, se indicó que el lote más caro fueron seis botellas del año 1938 por un valor de 2.200 libras que "será regalado a don Juan Carlos y doña Sofía, que nacieron ese año".

Además el conde de Creixel había prometido darle a la fundación otros cuatro millones de pesetas, entregándole un fondo de 20.000 botellas de vino viejo Marqués de Murrieta de cosechas que iban desde 1890 a 1970.

Sin embargo las cosas no debieron ir según la idea de Graham Green y Leopoldo Durán, ya que el 26 de marzo de 1989, el escritor dirige una carta a su amigo en la que le dice entre otras cosas que "si en la práctica resultase que tú no eres el verdadero presidente activo sino solo un presidente nominal, yo me vería obligado a desautorizar la Fundación, prohibir el uso de mi nombre y prohibir el uso de los derechos de autor de todo el material que está ahora en su posesión. Sobra decir que los manuscritos que yo te he dado a ti siguen siendo tuyos y no de la Fundación".

Sea a causa de la subasta o por otros motivos, en julio de 1989 Green escribe a su amigo Leopoldo diciéndole que "definitivamente ha llegado el momento de dejar a un lado la idea de la Fundación Graham Green. Jamás se nos había ocurrido, ni a mí ni tampoco a ti, que la Fundación sería usada para hacer propaganda de los vinos Murrieta. Los vinos son excelentes, pero yo no quiero, de ninguna forma, ver usado mi nombre en anuncios de prensa. Estoy seguro de que tú convienes conmigo en que debe ser abolida la Fundación".

Definitivamente en abril de 1990 se reunió el Consejo de Patronato de la Fundación, gracias a la condesa María Jesús Suárez Llano, persona extraordinaria en opinión de Leopoldo Durán, para solicitar al Ministerio de Educación y Ciencia un nuevo texto del acta fundacional, merced al cual la fundación pasaba a denominarse "Fundación Creixel" en vez de "Fundación Graham Green".

Leopoldo Durán al hacer público el origen, desarrollo y fin de la "Fundación Graham Greene" el 11 de julio de 1997, decía que "la triste historia estuvo escondida mientras fue posible. Ahora he tenido que revelar el hilo conductor de lo acaecido".

Fue una lástima que una fundación de tal interés, por el escritor de que se trataba, y además, conocida internacionalmente, y con medios para investigar no solo la obra del genial escritor sino la literatura inglesa en general, no hubiera tenido continuación con la sede de la misma en el pazo de Barrantes hecho que indudablemente hubiera servido entre otras cosas, para mejor conocer nuestra comarca.