El paseo que debía conducir a la patrona de los imposibles desde Vista Alegre hasta la plaza de Galicia estaba colapsado por una marea de fieles, que esperaban desde mucho antes de que terminase el oficio religioso. La procesión dio comienzo alrededor de las 20,15 horas, con un magnífico día adornándola y con multitud de velas (apagadas) y exvotos en recuerdo de los "milagros" de esta insigne santa de origen italiano.

El olor a churros y rosquillas acompañó a la congregación por las calles en el primer momento. El dispositivo de Protección Civil no necesitó intervenir -en casos de gravedad-, más allá de algún ligero mareo provocado por el cargado ambiente.

La procesión la encabezó la música tradicional de Os Terribles de Arousa, a los que seguían las imágenes de San Agustín y Santa Rita. Detrás, las autoridades, con, entre otros, el alcalde, Tomás Fole, la diputada Marta Rodríguez, y los ediles Elena Suárez, Rocío Llovo, Manuel Tarrío y Sandra García. Cerraban la comitiva los componentes de la Banda de Música Municipal.

Una romería urbana

No todo es liturgia religiosa. De hecho, podría decirse que, con permiso de San Roquiño, la de Santa Rita es la celebración vilagarciana con más carácter de romería popular. Y lo es por mezclar ese aspecto de devoción con el puramente gozoso, el que lleva a disfrutar de los puestos, la música y la comida.

Ayer el día acompañaba, y por eso muchos visitantes se animaron a pasar por la peatonalizada calle de García Caamaño para disfrutar del churrasco y el pulpo que allí se dispensaba, otorgando al ambiente ese olor característico a buena fiesta de pueblo. Durante todo el día decenas de miles de personas se pasaron por García Caamaño, Castelao y Vista Alegre para visitar los puestos, aunque esta presencia multitudinaria se tradujese en menos ventas que en años en los que la crisis no era tan aguda.

El gran contraste lo provocan los puestos de discos pirata y ropa y accesorios que son réplicas de grandes marcas. Hace años, el 22 de mayo era un día señalado también para los que perseguían hacerse con algún producto en este mercado de discutible legalidad. Hoy en día, con el enorme crecimiento experimentado por las ventas en internet, estos negocios han perdido mucha demanda, algo que ayer se dejó notar. Pero eso era lo de menos. Lo importante de verdad era estar cerca de Santa Rita.

Una mujer que hizo el recorrido de la procesión descalza puede ser un buen ejemplo de la devoción que miles de personas sienten por la imagen de Santa Rita. Su fama de patrona de los imposibles, aquellas cosas que parecen casi milagros y que nunca llegarán, hace que sea una figura especial para las personas que han visto como un familiar, o ellas mismas, superaron alguna dura prueba en su vida. La emoción se palpaba en muchas caras durante la procesión, en la que la comitiva se desplazó casi a cámara lenta rodeada por una cantidad inmensa de personas. Eso sí, el recogimiento solo fue discutido por la música de Os Terribles de Arousa y la Banda Municipal de Música de Vilagarcía y por el estallido de los fuegos artificiales que adornaron el cielo de la ciudad cuando la santa salió del templo.