El retraso que acumula el proceso administrativo de la ampliación del Hospital do Salnés no solo deja en entredicho las promesas hechas una y otra vez por los alcaldes de la comarca o el delegado de la Xunta en Pontevedra, el cambadés José Manuel Cores Tourís, sino que incluso compromete la palabra del presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo.

El máximo mandatario del gobierno gallego ha dicho siempre que acudía a un acto en O Salnés que la obra del hospital estaba encaminada y que empezaría en 2013. Pero los datos aportados anteayer jueves por la gerente del Sergas parecen alejar esa posibilidad. Si bien es cierto que la ampliación cuenta con una partida de seis millones de euros en los presupuestos de la Xunta, el proceso va tan lento que parece difícil que dé tiempo a ver máquinas en la parcela antes de final de año.

La Xunta aprobó la licitación para la redacción del proyecto de obra en agosto del año pasado, pero casi nueve meses después todavía no se ha resuelto este trámite. Tourís dijo hace casi dos meses que el retraso se debía a la presentación de un recurso, pero la Xunta nunca quiso explicar ni quién lo había presentado, ni por qué ni cuándo. La semana pasada la conselleira manifestó en un acto en Pontevedra que "ese tema está cerrado", sin dar más explicaciones, y anteayer la gerente del Sergas desveló que no había una alegación, sino cinco.

Así las cosas, todavía queda por resolver el recurso, y posteriormente la empresa adjudicataria dispondrá de un plazo de medio año para redactar el proyecto. Aún entonces habrá que supervisar el documento y convocar otro concurso para seleccionar la empresa que hará la obra, y eso implica dejar nuevos plazos. Si las obras no empiezan antes de final de año, la Xunta podría perder una aportación de la Unión Europea.