El Concello de A Illa ha decidido dar un paso hacia la peatonalización de todo el entorno de la plaza de O Regueiro, uno de los principales puntos del casco urbano del municipio. La propuesta se inicia con el cierre al tráfico de un tramo de la calle Con do Moucho, el que se encuentra entre la calle Sor Aurora y Travesía das Hedras, con el objetivo de abrir todo ese espacio, cercano al medio centenar de metros, para las personas.

La medida era algo que se venía tratando desde hace mucho tiempo. De ahí que, antes de ponerla en práctica, se contactó con los hosteleros y comerciantes de esa misma calle para pulsar su opinión. Esos contactos se intensificaron hace unos días, siendo los propios vecinos y los propietarios de locales quienes lo solicitaron de forma clara, y de común acuerdo con el Concello, el cierre total al tráfico rodado, llegando incluso a aportar ideas para que esta peatonalización no suponga un excesivo gasto para las arcas municipales. Con todo a su favor, la intención del Concello, explica el edil de Seguridade Cidadá, Isidro García, "se va a realizar a la mayor brevedad posible, o este mismo fin de semana o para la próxima semana".

El propio García reconoce que se trata del primer paso hacia la peatonalización de O Regueiro, un viejo proyecto que lleva manejándose años y que pretende retirar todo el tráfico rodado de las distintas calles adyacentes al verdadero centro neurálgico del casco urbano isleño.

Para hacerlo realidad es necesario, todavía, la apertura de una calle entre la avenida de Castelao y la zona de O Cruceiro, calle que permitiría desviar todo el flujo de vehículos provenientes de Ribeira de Chazo, mientras que por el otro lado, los vehículos que llegasen desde O Charco podrían salir por As Hedras.

La peatonalización de las calles adyacentes a O Regueiro se puso en práctica el pasado verano durante todos los fines de semana, en los que se cerraba el acceso a la plaza con bolardos.

Aquella experiencia fue aplaudida por todos los hosteleros de la zona ya que permitía a los peatones circular sin ningún tipo de riesgo. Ese corte solo tenía un pequeño pero, y era la imposibilidad de cerrar del todo al tráfico la calle Sor Aurora, cuyo firme continúa sufriendo en exceso el paso de los vehículos, sobre todo los pesados.