Hace mucho tiempo que los dirigentes de diferentes colectivos culturales de la localidad han decidido no volver a reunirse con Carlos Otero. En varias reuniones tuvo que acudir también el alcalde, para hacer de escudero del concejal de Cultura y tratar de evitar más problemas en las frías relaciones entre ejecutivo y entidades. "No queremos reunirnos ni hablar con él porque es incapaz de solucionar nada y parece que le da todo exactamente igual", indica el presidente de una de las asociaciones.