Las mariscadoras de Vilanova tienen previsto sumarse a la vigilancia de sus bancos marisqueros a finales de este mismo mes. El objetivo es evitar que puedan esquilmarles el marisco, especialmente en aquellas zonas donde existe una mayor tradición de baño o turística, un problema con el que se encuentran cada año a medida que se acerca el verano. La presidenta de las mariscadoras, Dora Nogueira, reconoce que "es un problema importante, ya que la actividad de muchas personas en las playas, si no se les controla, puede acabar suponiendo la desaparición de 100 kilos de marisco diarios, unas cifras que no nos podemos permitir, sobre todo en el momento económico que estamos pasando las mariscadoras".

Por el momento, las patrullas de mariscadoras no van a ser nocturnas, aunque es un extremo que no se ha descartado todavía. "Si se detecta una zona en la que los vigilantes se ven imposibilitados para controlar la actividad de los furtivos, no nos va a quedar otra opción que proteger lo nuestro", explica. No sería la primera vez que eso ocurre en Vilanova, donde ya se han organizado vigilancias nocturnas en más ocasiones.