El Concello de O Grove hace su particular oferta de ocio para que vecinos y visitantes puedan disfrutar de la presente primavera. Las recomendaciones se centran en las rutas de senderismo, la posibilidad de surcar la ría en los catamaranes de recreo, la visita a los espacios naturales protegidos y privilegiados con los que cuenta la localidad y, como cuarto gran elemento, la Administración abunda en la siempre recomendable estancia en A Lanzada, ya sea para disfrutar del baño en la playa o recorrer los senderos de madera que serpentean sobre el cordón dunar.

No puede decirse que el Concello se esfuerce demasiado o se preocupe de mejorar su oferta, ya que se limita a renovar sus propuestas año tras año, alternándolas dependiendo de la estación de que se trate.

En cualquier caso, para aquellos que en estas fechas decidan visitar la península grovense y todavía no tengan claro qué hacer, no está de más abundar en las cuatro posibilidades antes anunciadas.

Caminatas.

Al hablar de rutas de senderismo, por ejemplo, hay que destacar que existen la Ruta dos Lagarteiros, la de Con Negro, la que se acerca a una espacio natural tan importante como el de la laguna A Bodeira, la Ruta de Adro Vello y la que forman las sendas peatonales de madera, tanto en A Lanzada como en Pedras Negras-Con Negro y otros puntos de la localidad.

Son, explican en el Concello, "paseos de entre una y dos horas que nos llevan por playas, montes y acantilados, siempre con un agradable aroma a salitre que nos llena los pulmones".

En este sentido, cabría añadir paseos como el de A Toxa, tanto el que avanza desde el Gran Hotel hacia la zona del puerto deportivo, como el que forman los caminos trazados por el Concello en el Monte Central.

Para fomentar el disfrute de estas rutas y senderos, en el departamento municipal de Turismo argumentan que "quien mueve las piernas mueve también el corazón, y más aún si lo hace por unas sendas tan increíbles como las que discurren por la península de O Grove".

El arenal por excelencia.

En cuanto al hecho de que se recomiende visitar A Lanzada en primavera, poco más hay que decir sobre este emblemático enclave, que supera los dos kilómetros de longitud y dispone de arena blanca y fina. Por si acaso, en el Concello insisten en que la playa y sus paseos de madera "nos permiten oxigenar el cuerpo y avivar el espíritu en cualquier época del año".

Catamaranes.

Respecto a la opción de los barcos de paseo, ofrece un amplio abanico de posibilidades, tanto para surcar la ría como para disfrutar del Parque Nacional das Illas Atlánticas u observar de cerca el cultivo de mejillón en las bateas

Naturaleza.

Y de los espacios protegidos a visitar lo que hay que decir es que la lista es muy extensa y francamente recomendable, sobre todo caracterizada por el papel de la Red Natura 2000 y la presencia del Complejo Intermareal Umia-O Grove.

En este apartado, la Administración local destaca que O Grove "sigue siendo un lugar privilegiado para el mantenimiento de variados espacios protegidos; quizás lo debamos a estar lejos de otros núcleos urbanos o bien a la gracia divina que nos dotó de zonas inigualables, o puede que a las diversas instituciones públicas que regulan este trozo de tierra y mar, pero lo cierto es que aquí se concentran diversos modos de protección, como la Red Natura 2000 y el espacio natural en régimen de protección general del Complejo Intermareal Umia-O Grove-A Lanzada-Punta Carreirón-Laguna A Bodeira.

Al hablar de espacios protegidos se alude a zonas como Con Negro, "en el extremo occidental de la península y lugar por el que discurre una ruta de senderismo, que cuenta con una minúscula playa en forma de media concha, de arena blanca y fina, ubicada en un entorno virgen y aislado". Es, abunda el Concello, "una cala abierta, ventosa y con oleaje moderado, ideal para los amantes de la naturaleza y la tranquilidad".

Y hablan también de la siempre atractiva Lagoa A Bodeira, "situada al lado de la playa Mexilloeira y aislada del mar por una gran duna, con juncos que limitan el humedal para dar albergue a las aves migratorias que lo habitan". Como espacio protegido es, cabe insistir, el sistema intermareal que puede verse desde el istmo de A Lanzada, conocido como ensenada de O Bao y "una de las zonas más peculiares de la costa grovense, con aguas mansas, poco profundas y poco saladas, al abrigo de la ría, en las que se refugian cientos de aves migratorias que pasan con nosotros el invierno", alegan en el Ayuntamiento.