Los barrios de Trabanca Badiña y A Torre, en Vilagarcía de Arousa, se preparan para celebrar las fiestas en honor a San Miguel. Los primeros lo hacen el jueves, viernes y sábado, mientras que los segundos despliegan su programa el domingo, el lunes y el martes que viene.

¿Pero cuándo empezó todo? Los archivos históricos hablan ya de esta fiesta hace dos siglos, cuando de su financiación se ocupaba Luis López Ballesteros, un ministro de Hacienda bajo el reinado de Fernando VII que junto a su familia vivió en el pazo de A Golpelleira, situado en el barrio de A Torre, a medio camino entre su plaza de San Miguel y el centro urbano vilagarciano.

Ante ese pazo, aún privado, pero hoy en día una de las joyas patrimoniales de la localidad, discurre la avenida que lleva el apellido López Ballesteros, abierta como agradecimiento del pueblo vilagarciano a una familia estrechamente ligada a la política, pero también al desarrollo de la localidad, de la comarca y de A Torre.

Dos siglos después, las fiestas de San Miguel han cambiado mucho, como se observa al comparar el presente con la gran cantidad de fotografías antiguas aportadas por los vecinos a la asociación cultural Comisión de Fiestas de A Torre (CFT) para elaborar una especie de álbum histórico de este acontecimiento.

Pero en la memoria de todos siguen estando la familia López Ballesteros y ese gran pazo, el mismo que año tras año, generación tras generación, recibió la visita de los vecinos que participaban en la procesión y que tomaban el patio interior de la emblemática edificación para bailar, presenciar la actuación de los grupos folclóricos, divertirse y probar el vino joven.

Las cosas, como queda dicho, han cambiado. Tanto que esa visita al pazo ya no es uno de los activos fundamentales de las fiestas, hoy en día mucho más modernizadas y valoradas por la calidad de las orquestas que amenizan sus verbenas, por el decorado de la alfombra floral, por la implicación de las charangas u otros aspectos.

Pero aún así muchos miran ahora hacia atrás para rememorar la historia de "don Luis", a quien el historiador vilagarciano Manuel Suárez define como "un hombre de gran capacidad, organización y elevada cualificación técnica adquirida a su paso por todos los peldaños de la Administración, desde los más modestos a los más elevados, en una fulgurante carrera en la que contó con el único apoyo de su indiscutible mérito".

Nacido en A Torre, en el citado pazo familiar, el 21 de junio de 1782, Luis López Ballesteros fue "caudillo y promotor de la comarca arousana" contra las tropas napoleónicas. Tras ocupar diferentes cargos y responsabilidades, en 1813, "fue investido procurador síndico del Ayuntamiento de Vilagarcía, y un año después -explica Suárez-, representante del Gobierno y las Cortes". Fue durante ese periodo de tiempo, a principios del siglo XIX, cuando Luis López Ballesteros "fue promotor de la fiesta en honor a San Miguel Arcángel, que él costeaba, siguiendo así con la devoción familiar que siempre profesaron a este santo", asegura Manuel Suárez.

El político vilagarciano permaneció al frente de Hacienda durante nueve años. Periodo suficiente, apostilla el historiador, para llevar a cabo "profundas reformas económicas y administrativas", ya que Ballesteros "creó la Caja de Amortización, que dotó con 80 millones de reales, haciendo posible la cotización de los valores españoles en las Bolsas de Londres y Amsterdam".

Además, "impuso un 4% de descuento a los sueldos que superasen los 12.000 reales; fundó el Banco Español de San Fernando, sobre los restos del antiguo Banco de San Carlos; dio vida a la Inspección Fiscal de Aduanas; y gestó el Expediente de Responsabilidades, destinado a los funcionarios que no rindiesen semanal y mensualmente arqueos, y la Alianza Obligatoria. que obligaba a los cargos públicos a responder de su gestión".

A esto se suman infinidad de títulos y decisiones políticas trascendentales que han hecho que "este ilustre vilagarciano nacido en A Torre, señor de La Golpelleira", esté considerado uno de los personajes más importantes de la historia de Vilagarcía, y de España.

Esa es, de manera quizás extremadamente resumida, la vida de uno de los personajes más conocidos de la familia, cuya vinculación a A Torre comenzó cuando el 10 de febrero de 1770 Francisco García vendía "al capitán don Diego López Ballesteros y Mondragón" la casa, el pazo y la torre de A Golpelleira, según consta en el Archivo Histórico de Vilagarcía, y como relata Manuel Suárez.

Por esa vivienda pasó también Diego López Ballesteros, uno de los doce hijos del citado ministro, Luis López Ballesteros, y de Josefa Pérez de Santamaría.

Diego López nació el 1 de noviembre de 1804, "y si bien no alcanzó la categoría ni la trayectoria política de su padre", llegó a ser diputado, ocupando este cargo "prácticamente sin interrupción entre 1837 y 1866". También su hermano Romualdo López Ballesteros fue diputado, sumando entre ambos catorce legislaturas en el cargo.

Queda claro, por tanto, que la familia López Ballesteros es parte activa de la historia de Vilagarcía de Arousa, al igual que lo son las fiestas en honor a San Miguel que se desarrollan a final de mes y a principios de octubre. El nexo de unión es el pazo de A Golpelleira, que en estos dos siglos ha sido punto de encuentro para varias generaciones. Y ese es el recuerdo que queda a los vecinos y perdurará por siempre a través de fotografías como las recopiladas por la Comisión de Fiestas de A Torre.