Rosa Quintana, la conselleira de Mar, inauguró ayer la IV Feria Internacional de Acuicultura de Galicia, en Vilagarcía. En su discurso no se limitó a las reflexiones habituales sobre las potencialidades del sector, que también, sino que lanzó un contundente aviso a navegantes: "Sin unidad y diálogo no hay futuro".

De este modo, la conselleira quiso defender el trabajo conjunto entre productores, Administración, investigadores, empresas transformadoras, comercializadores y todos los que, directa o indirectamente, están implicados en el sector acuícola gallego. Pero con sus palabras pretendió, también, reprochar la actitud de aquellos que se empeñan en "poner obstáculos" y fomentar la división del sector.

Se refería, sin nombrar a nadie, tanto a los que tratan de hacer política a expensas del sector como a los dirigentes de éste que lo politizan y fomentan la fragmentación que padece. Y hablaba, también de manera velada, de la necesidad de "unir esfuerzos" y abrigarse bajo un mismo paraguas para hacer frente, por ejemplo, a amenazas como la importación o los nuevos análisis de biotoxinas marinas que pretende imponer la UE.

Lógicamente, en su discurso no faltaron los elogios ni las alusiones a la capacidad que tiene el sector acuícola gallego, como también se refirió a la nueva Lei de Pesca de Galicia, al Plan de Ordenación de los Cultivos en Zona Marítima y a otras herramientas similares que considera válidas para trabajar por un futuro prometedor que, insiste, "no es posible sin diálogo y unidad".

"El futuro es de todos, y se hace entre todos", espetó la conselleira tras advertir de que "quien no mejore y no quiera enseñar o aprender está condenado a caminar solo y a quedar aislado en esta sociedad globalizada".

Según Rosa Quintana, Acui es "un aula tanto para enseñar como aprender, en la que recoger experiencias de otras partes del mundo y plasmar las potencialidades de la acuicultura gallega"; por eso, considera que ferias como ésta son el mejor ejemplo de esa unidad a la que tanto apela.

La conselleira compartió protagonismo con la alcaldesa de Vilagarcía, Dolores García, quien recordó que en aguas vilagarcianas se instalaron las primeras bateas de mejillón y que en esta ciudad, "capital de la ría", se ubican tanto el edificio Mexillón de Galicia como el Instituto Tecnológico para el Control del Medio Marino.

De este modo, la alcaldesa aludía a las relaciones entre Vilagarcía y la acuicultura gallega, "que tienen enormes posibilidades que explotar y un gran futuro por delante".

De este modo quedaba inaugurada la feria profesional de la acuicultura, que se prolonga hasta mañana y reúne a 75 expositores de 9 países, y donde están presentes 143 marcas de 20 nacionalidades diferentes.