Un equipo de 11 técnicos de la empresa madrileña ETT inició ayer los trabajos de campo vinculados al Plan de Mobilidade con el que se pretende arrojar luz sobre la realidad del tráfico en la capital arousana. El análisis se centra estos dos primeros días en contabilizar los vehículos en las arterias principales de Vilagarcía: la avenida de A Mariña y Rosalía de Castro. La coordinadora del estudio, Leonor Chicharro, explicaba ayer que este primer paso “dura dos días dado que los vehículos son registrados mediante un contador manual en distintos tramos horarios”. De hecho, los técnicos trabajaron durante todo el día diversificando la jornada de ocho a doce de la mañana y de cinco a nueve de la tarde. El procedimiento es sencillo. Leonor Chicarro manifestó que los técnicos no sólo contabilizan el número de vehículos, sino que también los separan según sean pesados y ligeros y que, además, se anota la dirección y la calle que estos toman. Según esto, explicó la técnico, “los datos se van apuntando en la que llamamos hoja de tanteo en tramos de quince minutos. Estos se vuelcan a posteriori en una base de datos y es a raíz de ahí de donde se obtienen datos más reales y concretos”.

Chicharro afirmaba ayer que “de momento, con los datos que tenemos en esta primera jornada es difícil realizar una valoración concreta sobre la realidad del tráfico en Vilagarcía aunque sí podemos decir que la media de vehículos que pasan por esta zona (la de O Ramal) gira en torno a los 70 u 80 por lo que previsiblemente es el núcleo de circulación más importante de la ciudad”. No obstante, la supervisora reseña que “éste es sólo el primer paso de un procedimiento que dura varias semanas y que se completa tanto con las encuestas que iniciamos este miércoles como con el inventario de aparcamientos al aire libre en el centro urbano”.

Encuestas

En principio, y siempre que las condiciones meteorológicas no sean adversas, las encuestas a los conductores se realizarán a partir de mañana. Leonor Chicarro explica que “son entrevistas unipersonales en vehículos privados que se realizan en dos tandas distintas. La primera es con presencia policial dado que son los agentes los que paran a los coches para que nosotros podamos preguntarles, mientras que la segunda fórmula es la interpelación del conductor en los propios semáforos, mientras que estos están en rojo”. La técnico reseña al respecto que “son preguntas muy cortas, en las que simplemente hacemos hincapié en la dirección que van a tomar y cuál es el motivo de la visita a la ciudad, un modo simple de conocer de primera mano cuáles son los hábitos de circulación de los vilagarcianos y qué tipo de personas son las que usan más el coche para desplazarse por el centro”.

Leonor Chicharro incide en que el proyecto encargado por el Ayuntamiento de Vilagarcía es uno de los más completos de los que, normalmente, realiza esta empresa en otras ciudades de España. De hecho, en la mayoría de los encargos que tienen para ciudades de alrededor de 40.000 habitantes “el procedimiento incluso se hace con aparatos que miden únicamente el aforo de los vehículos y no qué dirección toman cuando este último dato es muy significativo”.

Además, Leonor Chicharro ratifica que “aunque las encuestas son con preguntas muy cortas, muchas veces los conductores son los que hablan específicamente de cuestiones que ellos creen que deben mejorarse y, finalmente, son estas apreciaciones las que resultan más enriquecedoras a la hora de elaborar el estudio final”.

La técnico aclara que “en otros lugares como Vigo o Noia hemos hecho pequeños trabajos, pero más vinculados al tema de los aparcamientos que, en general, es lo que más preocupa a la ciudadanía”. En este aspecto, Chicharro explicó que la tasación que se hace “es de las plazas existentes al aire libre, teniendo en cuenta si éstas son controladas por disco o no y en qué punto exacto se encuentran”. De hecho, en este apartado no se tienen en cuenta los aparcamientos públicos aunque de pago por lo que en la capital arousana se reduce considerablemente la oferta.

El encargo de este estudio técnico es una novedosa fórmula empleada por el gobierno municipal para poder actuar en aspectos como la peatonalización o la dirección de las calles.